El lunes 29 de abril se registró una riña en Illapel, provincia de Choapa, región de Coquimbo, en el norte de Chile, que dejó a César Araya Díaz, de 50 años, herido de muerte, producto de tres heridas de arma blanca.
Por el hecho, Carabineros de Illapel detuvo a Félix Alberto Montilla, de 27 años, limpiador de vidrios, venezolano y presunto autor del homicidio del vendedor de frutas en el centro de la ciudad, en la región de Coquimbo.
El crimen fue difundido en redes sociales por medios chilenos que hacen énfasis en que Montilla tenía medidas cautelares por problemas con comerciantes. La noticia se hizo viral. Sin embargo, allegados de Montilla, precisaron a Versión Final que detrás del hecho hay una versión que no difunde la prensa austral.
Araya, junto con su hijo y dos amigos de éste, golpearon con una pala en la cabeza y cuello, en varias oportunidades, a la mujer de Montilla luego de una cadena de discusiones y peleas que surgieron por disputas de los espacios de trabajo en el centro de Illapel.
La otra versión
Lo primero que aclara la familia de Montilla es que no se excusa el crimen, pero si piden que se procesen las pruebas que llevaron al venezolano a atacar al frutero.
En un video que enviaron a Versión Final se ve cuando, momentos antes del ataque mortal, Araya Díaz le pegó con una pala en la cabeza a la pareja de Félix durante una acalorada discusión, quien ya tenía el rostro ensangrentado por las agresiones cometidas por el hijo del vendedor de fruta y un amigo de éste.
“Si ellos no me hubiesen pegado a mí, nada habría pasado”, relató, entre lágrimas, la pareja sentimental del zuliano, de quien se omiten los datos por seguridad.
La mujer, quien habría recibido amenazas, detalló que, tanto el victimario como la víctima, y el hijo de este último, se habían peleado en, por lo menos, otras cuatro ocasiones. Sin embargo, ninguna escaló a un punto tan álgido como la suscitada el lunes pasado.
El conflicto, en esa oportunidad, se originó por una discusión, que terminó en golpes, cuando ambos se toparon en la zona donde César Araya Díaz vendía frutas en un puesto móvil.
En consecuencia, el hijo de Araya Díaz, en compañía de otros dos sujetos, según testimonios, fue tras el venezolano para matarlo, pero éste se resguardó. El vástago del frutero habría sido el primero en agredir a la fémina, golpeándola con un objeto contundente en la cabeza, mientras que uno de sus acompañantes le propinó un par de cortes en las piernas con una navaja. Todo quedó documentado.
Conmocionada y en shock, con heridas abiertas, evidenciadas por la sangre que aún manaba y le descendía por el rostro, la mujer se dirigió al puesto de frutas, y espetó lo sucedido a Araya. En respuesta recibió otro golpe que quedó grabado en un video, esta vez con una pala, en el costado izquierdo de la cabeza.
“¡Me pegó con pala, amor! ¡Me pegó con la pala!”, gritó la mujer, en repetidas ocasiones, al ver que su pareja se acercaba a la escena. Fue entonces cuando el zuliano reaccionó violentamente. Buscó un cuchillo y volcó la bicicleta que el quincuagenario usaba para desempeñar su oficio.
Se enfrentaron. Uno con la pala y el otro con lo que, instantes más tarde, sería el arma homicida. El conflicto se trasladó hacia la mitad de la carretera, mientras los automóviles transitaban, las naranjas del puesto del chileno se desperdigaban más allá de la acera. La pelea duró poco. El joven aguardó a un lado de la vía, al margen de los vehículos que se veían impedidos, por un semáforo en rojo, a seguir su ruta.
Poco después la luz tornó en verde, Félix caminó un par de pasos y se abalanzó sobre Araya Díaz, quien apenas reaccionó cuando recibió varias puñaladas. Araya falleció camino al hospital.
El video de las cámaras de seguridad y la versión de testigos que permanecían en el lugar al momento del crimen, fueron claves para poder identificar y detener al autor del hecho. Familiares piden que se revisen al menos seis videocámaras de locales cercanos al lugar de los hechos para tener una perspectiva real de lo ocurrido, pero en respuesta argumentan que los dispositivos no funcionan.
Por la agresión a la mujer no hay detenidos. Los allegados de Félix y su pareja exigen que sean procesados los responsables de los golpes y las heridas con navajas que recibió en las piernas.
De acuerdo a lo indicado por el mayor Ramón Palma de la Cuarta Comisaria de Illapel, Montilla tiene antecedentes por delitos (que no mencionaron) y además cumplía medidas cautelares por detenciones previas, una de ellas una orden de alejamiento por amenazas contra el vendedor de frutas.
Con información de Versión Final