El miércoles, 6 de noviembre, la Fiscalía 17 del Ministerio Público (MP) inició una investigación por presuntas irregularidades que cometió un grupo de policías en una comunidad del municipio Piar de Bolívar, en el estado Bolívar.
El MP dijo que los uniformados actuaron de manera arbitraria en contra de las personas de la comunidad, sin ofrecer mayores detalles. A través de grupos de mensajería instantánea, habitantes del sector Santa María, una zona rural del sur de Bolívar, denunciaron que fueron víctimas de presuntos atropellos y maltratos por parte de oficiales de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), quienes se trasladaban en un operativo por la troncal 10.
“Estamos súper molestos porque ayer pasó una comisión y se metieron en una casa y se llevaron, no tanto la gasolina, sino el abuso que hicieron. Santa María se hace sentir”, le reclamó una mujer a un funcionario, en un video que circuló por WhatsApp.
En los videos grabados por la comunidad, se observa a oficiales con chalecos y franelas con las siglas DAET, la Dirección de Acciones Especiales y Tácticas de la PNB.
“Basta de atropellos. Nosotros sobrevivimos con la venta de chicharrones y hasta de combustible (…) No tenemos empresas y solo trabajamos para nuestros hijos. Cómo es posible que los organismos policiales que van al sur, pasen atropellando a todo el que esté en su establecimiento. Están robando, quitándole el poquito de combustible y mercancía. ¿Lo hacen porque son del gobierno y son autoridad? Así como ellos andan buscando el pan de cada día, nosotros también”, expresó otro vecino en una grabación.
Aunque la reventa y comercialización de combustible fuera de las estaciones de servicios, de manera clandestina, no está permitida en Venezuela, a lo largo de la troncal 10, la carretera internacional que conduce hacia el Arco Minero del Orinoco y llega hasta la frontera con Brasil, se observan cientos de personas en cada poblado vendiendo combustible, incluso muy cerca de puestos de control militar, como ocurre en el peaje Upata – San Félix.
Quienes residen en estas zonas afirman que han tenido que incursionar en ese negocio ante la falta de fuentes de ingreso. “Aquí no tenemos más opción. O es meterse en una mina o es revender gasolina. Mi familia vende chicharrón y comida en la vía, pero eso ya no nos resuelve, no es suficiente”, dijo un poblador que habló con El Pitazo y pidió que se omitiera su nombre en este reporte.
Con información de El Pitazo