Texas levantará una base militar en la ribera del río Grande, con la que espera contener el cruce migratorio irregular desde México a Estados Unidos, en momentos en que disputa el control fronterizo con el gobierno federal.
El anuncio fue hecho este viernes por el gobernador Greg Abbott en la ciudad de Eagle Pass, extremo sur del país. El republicano estuvo flanqueado por soldados en un terreno de unas 32 hectáreas, donde se levantará la instalación que, a mediados de abril, ya podrá recibir a 300 soldados.
«Esto aumentará la capacidad de personal del departamento militar de Texas en Eagle Pass, para operar de manera más efectiva y eficiente. Albergará hasta 1.800 soldados, con posibilidad de ampliar hasta 2.300», dijo Abbott, quien critica al presidente demócrata Joe Biden por permitir una «invasión» en el país y lo acusa de no actuar contra las bandas criminales en la frontera.
La crisis migratoria es un tema clave para las elecciones presidenciales de noviembre. Abbott apoya al exmandatario Donald Trump (2017-2021), de fuerte discurso antimigración y favorito en las primarias republicanas. Biden, por su lado, busca la reelección.
En Eagle Pass, las tropas de Texas tomaron en enero el control del Parque Shelby, que tiene una rampa de acceso al río. Además han tendido cercas de alambres de púas por unos 160 km en la ribera. La administración Biden llevó el caso a la justicia, porque las fronteras son jurisdicción federal.
«Hemos visto la efectividad de los alambres de púas en el Parque Shelby (…) Al tener a los soldados ubicados justo al lado del río, tendrán la capacidad de construir más rápidamente esa barrera de alambre de púas», agregó Abbott.
El gobernador dijo que el cruce de migrantes en Texas disminuye gracias a sus medidas y descartó que haya un mayor control del lado mexicano. «No es México el que controla la frontera. Son los cárteles los que la controlan», aseguró.
En enero el gobierno denunció que militares texanos impidieron el acceso al parque a la policía de fronteras federal para rescatar a tres migrantes que se ahogaron. Texas lo negó.
La Corte Suprema ha autorizado a la policía fronteriza a cortar el alambrado. Pero, mientras el proceso sigue en tribunales, Texas extiende la cerca.
También está en manos de un juez federal decidir si una reciente norma aprobada por Texas, que permite a la policía detener a migrantes que hayan ingresado al país de forma ilegal, se ajusta a ley.
En una audiencia el jueves, el juez adelantó que sería una «pesadilla» si hay distintas normas migratorias en cada estado, y rechazó el argumento de «invasión» que Texas sostiene, según reportaron medios locales. Su fallo podría conocerse antes de marzo, cuando la ley entrará en vigencia.
Con información de AFP y El Nacional