Este jueves Juan Luis Londoño Arias, mejor conocido como Maluma, escribió en su cuenta de X que no lo dejaron entrar a un establecimiento comercial en Medellín porque vestía shorts. Muy molesto, el reguetonero se preguntó: ¿Quiénes son las personas que deciden como debes estar vestido para encajar en un lugar?
A reglón seguido, el paisa señaló que esos lugares denigran a las personas “por cómo se visten” e indicó: “Cómo te veas no define quién eres”.
Además, advirtió que no iba a volver a ese lugar del que no dio mayores detalles. Hasta ahora no sabemos si era un restaurante, una discoteca, una biblioteca o qué tipo de establecimiento. El episodio sirve para darle una mirada a la Constitución de Colombia y lo que allí se estipula sobre un concepto: el derecho de admisión.
Esta reserva del derecho de admisión es una atribución que tienen los titulares o dueños de locales comerciales para decidir quién puede entrar en su negocio y quien no, amparados en las disposiciones del artículo 333 de la Constitución Nacional que desarrolla el derecho a la libre competencia económica y a la libertad de empresa.
Aunque no es el caso porque de acuerdo con lo que se sabe ni a Maluma ni a alguno de sus acompañantes se les impidió su acceso al lugar por razones de su orientación sexual, religión u opinión política, la organización Caribe Afirmativo recuerda que la Corte Constitucional, a través de un extenso desarrollo jurisprudencial, ha puesto límites a ese derecho a la admisión.
La organización recuerda que dichos establecimientos no pueden justificarse en tratamientos discriminatorios que atiendan a criterios que la jurisprudencia denomina como “sospechosas”, tales como la orientación sexual e identidad de género del consumidor, su religión, la opinión política, entre otros factores.
Para el alto tribunal, “la orientación sexual constituye una categoría sospechosa de discriminación, por cuanto todo tratamiento diferencial fundado en ese criterio se presume como discriminatorio, a menos que pueda justificarse con la aplicación de un test estricto de proporcionalidad”.
“En Colombia existe libertad de empresa y el derecho de propiedad. Algunos establecimientos de comercio como discotecas y bares tienen letreros donde estipulan las condiciones del ingreso a estos sitios y se reservan los derechos de admisión”.
Con información de El Espectador