El papa Francisco lamentó este domingo que más de un millón de personas se hayan quedado sin electricidad ni agua en Ucrania por los ataques rusos a la infraestructura energética del país.
“Estoy cerca del martirizado pueblo ucraniano, duramente afectado por los ataques a la infraestructura energética. Además de provocar muertes y heridos, han dejado más de un millón de personas sin electricidad ni agua”, aseguró el pontífice al fin del rezo dominical del Ángelus ante los peregrinos en la plaza San Pedro.
“Recordemos que la voz de los inocentes es siempre escuchada por Dios, que no permanece indiferente ante su sufrimiento”, añadió.
Francisco también hizo mención a la beatificación ayer sábado en Eslovaquia de Jan Havlik, un seminarista de la congregación de San Vicente de Paúl, “asesinado en el año 1965, durante la persecución del régimen contra la Iglesia en la entonces Checoslovaquia”.
“Que su perseverancia en el testimonio de la fe en Cristo sea un estímulo para quienes aún hoy sufren pruebas similares”, agregó el papa.
Preocupación por escalada del conflicto palestino-israelí
Francisco mostró su “preocupación” por el conflicto palestino-israelí y el agravamiento de hostilidades en territorio palestino. También instó de nuevo a la paz en Tierra Santa y Jerusalén, y pidió el respeto del statu quo de todos los lugares sagrados de la Ciudad Santa.
“Dirijo mi pensamiento con preocupación al conflicto en Palestina e Israel, que corre el riesgo de extenderse en otras ciudades palestinas”, dijo Francisco en el rezo dominical del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico, ante los peregrinos congregados en la plaza San Pedro.
Sus declaraciones se producen después de que esta semana Israel lanzara una operación militar de gran envergadura en el territorio palestino de Cisjordania, bajo ocupación israelí desde 1967, donde se han producido enfrentamientos mortales y fuertes incursiones del Ejército en ciudades palestinas como Tulkarem o Yenín.
Esta situación ha llevado a temores de que la intensidad del conflicto existente en Gaza pueda propagarse en Cisjordania, donde el nivel de violencia ya es extremadamente alto desde el inicio de la guerra entre Hamás e Israel el pasado 7 de octubre de 2023.
Ante ello, Francisco llamó este domingo de nuevo a la necesidad de que sigan las negociaciones para una tregua y a que “cese el fuego de inmediato”. A su vez, reiteró su petición para que se liberen los rehenes israelíes aún retenidos por las milicias palestinas.
Con información de EFE