El Barça saltaba al Giuseppe Meazza con una idea clara, si tapaba los laterales y controlaba la posesión las ocasiones llegarían y con ella el gol. El Inter, por su parte, tan solo tenía aprovechar el factor campo y, precisamente, buscar a Eric García y Gerard Martín, moradores de las bandas culers.
El inicio del encuentro fue muy similar al esperado, el Barça dominó el balón e inquietó el meta local con un Lamine Yamal inspirado, mientras que el Inter, como hizo en la ida, esperaba agazapado el momento en el que encontrase a alguno de los laterales. De hecho, llegó a encontrarles hasta en dos ocasiones, pero Gerard Martín y Eric García lograron enmendar sus errores iniciales.
El primer tercio del encuentro estuvo marcado por la igualdad y el miedo. Ambos equipos se tentaron, pero con el recelo de no perder la marca. Como era de esperar, la magia la puso Lamine, que bailó a Dimarco en varias ocasiones y retó a Sommer con disparos lejanos. Sin embargo, cuando mejor parecía estar el Barça despertó el Inter. Tras un asedio incesante de saques de esquina y de un aviso de Barella, Olmo perdió en el centro del campo, Dimarco la puso en profundidad para Thuram y este se la cedió a Lautaro que puso el primero.
Precisamente, Dani Olmo fue el protagonista para mal de la primera parte. El internacional con España quedó señalado por su acción en el gol, pero posteriormente lo haría en la faceta ofensiva por malograr sendas ocasiones.
A medida que se acercó el descanso, el partido se aceleró con continuadas pérdidas en la salida de balón de ambos equipos que no pudieron concretar. No obstante, el partido se decantaría de nuevo del lado interista después de que Cubarsi, al tratar de evitar el gol de Lautaro, se lanzó para interceptar tocando el pie del delantero argentino. El penalti lo transformó batiendo a Calhanoglu bajo por la derecha.
Con un 2-0 excesivo se marchaba el Barça al descanso y con la obligación de plantar batalla en la segunda parte que arrancó sin cambios y con un Barça volcado. Ocho minutos tardó en encontrar resultados. El balón de Pedri cayó en la banda izquierda, donde apareció uno de los menos esperados para este partido, Gerard Martín, que se la puso en bandeja de plata a otro de los que nadie contaba, Eric García, quien entró como un avión y la puso en la escuadra derecha de Sommer.
Precisamente, Eric tuvo en sus botas el empate después de un grandioso contragolpe que acabó en un tres contra uno y con una parada increíble de Sommer. Pero el destino, que es muy caprichoso, quiso que Gerard Martín pusiese otro magnífico balón desde la izquierda para que Dani Olmo, el señalado de la primera parte, quitase las telarañas de la escuadra.
A partir de ahí el campo se puso cuesta abajo hacia la meta de Inter, el Barça estaba intratable con la banda derecha de Lamine; en la izquierda aparecía un sorpresivo Gerard Martín y por el medio Pedri y Olmo. Tal era el ritmo que el cuadro neroazzurro tuvo que buscar en el banquillo lo que le faltaba en el campo, pero no era suficiente.
Y cuando parecía que al minuto 90 el marcador iba a marcar el 2-2 apareció Rapinha para desatar la locura. Pedri recuperó el balón en la línea de tres cuartos y la puso en la banda izquierda para que apareciese el brasileño, que tuvo que tentar a Sommer hasta en dos ocasiones hasta que marcó 2-3.
Ahora bien, el dios del fútbol no quería que se acabase el partido y en una jugada descoordinación de la zaga blaugrana en la que primero falló Cubarsí y después Gerard Martín, Dumfries recogió el balón en la banda y la puso al corazón del área y Acerbi la empujase. El partido a la prórroga después de una segunda parte para el recuerdo.
La prórroga comenzó entre el miedo y el temor de ambas parte a cometer un error, sin embargo, fue el Inter el que se llevó el gato al agua. Thuram cazó un balón en banda derecha con el que dejó sentados a Araujo y Gerard Martín, la puso en el área donde recibió Taremi que la dejó de cara para que Frattesi solo tuviera que empujarla a la red.
La segunda parte de la prórroga se convirtió en un duelo de pistoleros entre Sommer y Lamine Yamal al más puro estilo Far West. Hasta en tres ocasiones se cruzaron uno con el otro y en todas logró salió vencedor el portero suizo. Por tanto, el Inter estará en Múnich después de un partido agónico. El Barça cae con honores y promete venganza.
Con información de Onda Cero