Antes de que se votara ayer en New Hampshire, las primarias republicanas eran cosa de dos: Donald Trump, expresidente de EE.UU., y Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora ante la ONU. Ahora es difícil pensar que no sea cosa de uno, pese a que Haley apuntaba durante el recuento a un resultado mejor de lo esperado.
Donald Trump, favorito absoluto para la nominación republicana a la presidencia de EE.UU., se impuso este martes en New Hampshire, la segunda batalla de las primarias, según la proyección de resultado de la agencia AP y de otros grandes medios de EE.UU.. Con el 17% escrutado, el expresidente tiene un 54% de los votos, frente al 45% de Haley.
Es un resultado esperado, el que han marcado de forma consistente las encuestas. Haley ha buscado aglutinar una coalición de independientes, republicanos ‘anti Trump’ y antiguos seguidores del multimillonario neoyorquino que creen que es hora de pasar página con el ‘trumpismo’ y todo lo que le rodea. Eso, de momento, no se ha materializado.
La derrota en New Hampshire, aunque prevista, es un resultado decepcionante para Haley. Si hay un estado en el que su llamamiento a dejar atrás a Trump podía funcionar, era New Hampshire: un electorado con mucho votante independiente y moderado.
La candidata había concentrado aquí buena parte de sus esfuerzos de campaña y tenía el respaldo del gobernador del estado, Christopher Sununu, un republicano moderado. La idea era conseguir una victoria que validara su mensaje principal: la mayoría de los republicanos no quieren a Trump como candidato.
Si no ha conseguido ganar aquí, en territorio favorable, es difícil pensar que lo pueda hacer en otros estados. Trump sale de New Hampshire todavía más favorito, con la nominación prácticamente en el bolsillo, tras una victoria arrolladora en Iowa la semana pasada -allí Haley fue tercera- y otra más en el terreno ideal de su rival.
Para muchos, la cuestión ya se reduce a cuándo tirará la toalla Haley. Mucho de ellos tendrá que ver con cómo queda el recuento final en New Hampshire y cuál es el margen final de victoria de Trump aquí. Si la diferencia no es enorme, Haley podría defender que su resultado es mejor de lo esperado, lo que justifica que sigue adelante en la aventura de remontar la diferencia con el expresidente.
«Con independencia de lo que pase, mañana por la mañana estaremos en Carolina del Sur», dijo Mark Harris, uno de los estrategas de su campaña, en relación a la siguiente batalla en primarias. Allí, Trump será todavía más favorito, a pesar de que Haley juega en casa.
«Que haga lo que quiera», dijo Trump sobre una posible retirada de Haley. Y no le faltaba razón: que siga o no en las primarias no parece que vaya a tener impacto en el desenlace final.
Con información de ABC
