Este martes se ha podido escuchar a Dominique Pelicot, el hombre que durante más de una década drogó y violó a su esposa en la población francesa de Mazan, y la ofreció a más de cincuenta individuos para que también abusaran sexualmente de ella.
«Soy un violador, como todos los que están en esta sala. Todos lo sabían, no pueden decir lo contrario», declaró después de unos días de parón en el juicio que comenzó hace tres semanas. La pausa fue debido al precario estado de salud del acusado, de 71 años.
Pelicot aludió así a los otros cincuenta acusados en el macrojuicio que ha conmocionado a la sociedad francesa. Se trata de hombres de todas las edades, desde la veintena a la setentena, y de todo tipo de profesiones, a los que contactó a través de chats online y les ofreció en bandeja a su esposa.
Todos los que se sientan en el banquillo de los acusados aceptaron el ofrecimiento de Pelicot, pero hubo varios otros que rechazaron participar, conscientes de que se trataba de violaciones. Tampoco ellos denunciaron.
Este martes, el esposo de la víctima volvió al tribunal penal de Vaucluse, ayudado por un bastón hasta tomar asiento en un sillón azul acolchado, desde donde a partir de ahora seguirá las audiencias.
Durante su declaración, como recoge Le Monde, el acusado, que lleva en prisión cuatro años desde que se destaparon los hechos de manera casi accidental, habló de su recorrido vital, refiriendo dos agresiones sexuales que asegura haber sufrido en su niñez, a los 9 y a los 14 años respectivamente, y su encuentro con Gisèle, la mujer con la que compartiría su vida durante casi 50 años y a la que drogó y violó durante una década.
«Duré 40 años. Estaba muy feliz con ella. Ella era todo lo contrario a mi madre, era totalmente rebelde. Tuve tres hijos, a quienes nunca toqué. Ella no se merecía eso, lo reconozco«, relató ante el tribunal.
Pelicot aceptó la culpabilidad de los cargos que se le imputan, como ya había hecho con anterioridad: «Soy culpable de lo que hice. Pido a mi esposa, a mis hijos, a mis nietos, a la señora M. [violada por su marido mediante el mismo procedimiento y en presencia de Dominique Pelicot] que tenga la amabilidad de aceptar mis disculpas. Pido perdón, aunque no sea aceptable».
Hasta ahora, solo se había escuchado al acusado el 2 de septiembre, cuando se produjo la apertura del juicio. En esa ocasión tan solo admitió los hechos, mientras que días después rompió a llorar al escuchar a su exesposa. Es la primera vez que las explicaciones van un poco más allá.
Con información de RT