El cierre del XX Congreso del Partido Comunista de China, en el que se espera que el actual líder chino Xi Jinping cimente su ya amplio poder, ha estado marcado por una imagen inusual en la escena política del país: la salida, aparentemente forzada, del expresidente chino Hu Jintao (2003-2013) del Palacio del Pueblo donde se celebraba el acto, en lo que podría ser una purga pública y una ruptura con el pasado.
Poco después de que la prensa accediera al gran salón y con las cámaras ya captando lo que sucedía, unos bedeles se acercaron a Hu, de 79 años, sentado a la izquierda de Xi Jinping, y le conminaron a levantarse y salir del recinto, a lo que el exmandatario ha parecido resistirse verbalmente.
Hu ha salido finalmente de la sala, aunque antes cruzó unas breves palabras con Xi, quien durante el suceso, ha permanecido la mayor parte del tiempo con la mirada al frente sin impedir lo que ocurría a su espalda.
Cuando abandonaba la sala y al pasar por detrás de la primera fila en la que estaba sentada la cúpula de dirigentes, Hu tocó el hombro al actual primer ministro, Li Keqiang, en un gesto que algunos interpretaron como de solidaridad por la pérdida de influencia del actual primer ministro en la formación.
La escena, que ha durado alrededor de un minuto, supone – a falta de detalles o confirmación oficial- la posible purga política de la facción del expresidente chino, con el que el que Xi fue muy crítico.
Con todo, algunos observadores no han interpretado lo sucedido como una purga, sino como un posible malestar físico que habría provocado su salida de la sala.
Con información de RTVE
En desarrollo…