La designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) en Venezuela presenta escenarios desfavorables para la oposición venezolana.
El anuncio ocurre a casi cuatro meses de que la oposición venezolana celebre una elección primaria para definir al candidato presidencial que se medirá con el gobierno en los comicios presidenciales de 2024.
Además, se da en momentos en los que una comisión técnica de la Comisión Nacional de Primaria, ente rector del proceso, mantiene conversaciones para definir si, de confirmarse ciertas especificaciones, solicita asistencia técnica del CNE, en medio de los cuestionamientos de un sector opositor que pide sea “autogestionada”.
Dos escenarios:
Consultado por la Voz de América, Luis Peche Arteaga, consultor político egresado de la Universidad Camilo José Cela (UCJC) e internacionalista de la Universidad Central de Venezuela (UCV), para el chavismo es “fundamental” la desmovilización opositora.
En ese sentido, considera que el país podría estar ante dos escenarios, entre ellos uno como el de Nicaragua, que implicaría la suspensión de los procesos de negociación que buscan destrabar la crisis política en el país, lo que le permitiría al chavismo avanzar de manera unilateral en la designación de nuevos rectores “más alineados” con sus posturas.
Ese caso, opina, podría llevar a un adelanto de las elecciones presidenciales previstas para 2024, con la intención de “boicotear” la primaria opositora. La situación, supondría la inhabilitación de todos los candidatos, tal y como se dio en Nicaragua.
“De avanzar el chavismo con un escenario de radicalización es la prolongación del escenario actual (…) sería el mantenimiento de la presión internacional en un nivel similar al que vivimos hoy en día, sanciones, aislamiento. Esto implicaría más desesperanza para los venezolanos, probablemente una nueva ola de migración, es un escenario bastante negativo con el país”, expone.
A juicio de Peche Arteaga, el otro escenario probable es que el proceso de designación de nuevos rectores se lleve a cabo en paralelo con una negociación, tal y como ocurrió cuando se conformó el actual CNE.
Aunque las presidenciales deberían celebrarse en 2024, en varias ocasiones diversos funcionarios del gobierno han planteado la posibilidad de que ocurran antes de lo previsto.
Primaria comprometida:
Respecto al impacto sobre la primaria opositora en caso de que sea designado un nuevo CNE, Peche Arteaga considera que el proceso queda “muy comprometido” y estima que será necesario evaluar la capacidad de la Comisión Nacional de Primaria de poder organizarlo de forma autónoma, lo que plantea retos logísticos.
Además, cree que se pondría a prueba la capacidad de llegar a acuerdos por parte de actores “muy disparejos” en cuanto a sus posiciones.
“Dinamitándose la opción de la primaria va a ser un tremendo desafío que veo bastante cuesta arriba para los actores opositores. El campo opositor ha estado en un proceso de atomización permanente en los últimos cinco años”, expone.
Con información de VOA