El partido entre Bolivia y Colombia genera preocupación en este último país por el impacto en la salud que genera jugar un partido profesional en El Alto y a 4.150 metros de altitud. La selección venezolana salió goleada por una Bolivia que no tuvo que hacer mucho para sobrepasar a su rival.
La falta de oxígeno para las personas que no viven allí es uno de los factores principales de la polémica que envuelve por estos días a la Conmebol. Y es que fue dicha entidad la que le dio el aval a Bolivia para abandonar el tradicional estadio Hernando Siles de La Paz para mudarse en búsqueda de mejores resultados.
El primer examen salió a la perfección. La verde marcó el primer gol a los 13 minutos por medio de Ramiro Vaca, alargó la ventaja antes del final del primer tiempo con el tanto de Carmelo Algarañaz y completó la faena en la segunda mitad gracias a Miguel Terceros y Enzo Monteiro.
Venezuela se había preparado con estrategias especiales para combatir la altitud. Sin embargo, les “tocó sufrir”, como lo dijo su técnico, Fernando Batista, en rueda de prensa.
El diario Semana retrata la durísima experiencia de su visita a El Alto de Juan Camacaro, periodista y fotógrafo venezolano, quien contó a través de redes sociales la pesadilla que pasó siguiendo a su selección en el país andino.
“Mi experiencia fue fatal”, indicó en X. “Cuando llegué al estadio ya venía con un dolor de cabeza tremendo, mareos y náuseas. Antes de empezar el partido vomité, me atendieron en la ambulancia que estaba dentro del estadio y me inyectaron para no descompensarme”, agregó.
Tradicionalmente, la selección boliviana ha buscado sacar provecho de la altura en las eliminatorias jugando en el Estadio Olímpico Hernando Siles de la Paz, a unos 3.600 metros sobre el nivel del mar. La diferencia es que ha decidido subir más, mucho más.
Con el visto bueno de la Conmebol, el ente rector del fútbol sudamericano, los bolivianos estrenaron el jueves contra Venezuela otro escenario: el estadio Municipal de Villa Ingenio, en El Alto, la segunda ciudad en importancia del país. Se jugó a 4.150 metros, con los picos más altos de los Andes en el horizonte.
Durante todo el primer tiempo tuve taquicardias y en el descanso me atendieron nuevamente en la ambulancia. Estaba saturando entre 74 y 75 por la altura, me pusieron oxígeno y me recomendaron irme a mi hotel en ese momento. Decidí quedarme, pero realmente la pasé muy mal”, agregó Camacaro.
Con información de Versión Final