Tras pasar casi seis meses detenido en Estados Unidos, el zuliano Jhon Williams Chacín Gómez se encuentra preso en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador, junto a otros 237 venezolanos que son acusados de pertenecer a la banda trasnacional Tren de Aragua.
Chacín, de 35 años, es un tatuador que vivía en el municipio San Francisco, en la vía a La Cañada de Urdaneta, según su hermana Juliana.
Ambos cruzaron la peligrosa selva del Darién en Panamá en busca de emigrar a Estados Unidos, y el zuliano esperó ocho meses en México por su cita migratoria, que finalmente fue pautada para el 8 de octubre a través de la extinta aplicación CBP One.
Ese día, Jhon llegó a la Garita Internacional de San Ysidro, el cruce internacional más grande del mundo, lugar donde fue detenido por sus tatuajes, según cuenta Juliana
El hombre permaneció cerca de seis meses encarcelado en el centro Imperial Regional Detention Facility en San Diego, California, bajo custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
“Tener un tatuaje no te hace un delincuente, ser tatuador tampoco te hace un delincuente, y ser venezolano no es pertenecer al Tren de Aragua”, exclamó Juliana.
La última comunicación que Jhon tuvo con su hermana fue el pasado viernes 14 de marzo, cuando en una llamada, informó a su familia que sería deportado a Venezuela.
Sin embargo, el domingo 17 de marzo aterrizó por sorpresa en El Salvador, y fue identificado por sus allegados gracias a videos difundidos en los medios de comunicación, donde lograron notar uno de sus tatuajes y los lentes que usaba.
“Les pido a las autoridades y al presidente Bukele que se haga justicia por mi hermano, porque él no es un criminal, no hizo vida acá en Estados Unidos”, exige Juliana Chacín.
Con información de Versión Final