Este 5 de enero se cumplen 3 años de la extraña desaparición del pequeño Jean Carlos Rodríguez Gómez, en el sector Barlovento, del municipio Cabimas en el estado Zulia.
El niño desapareció en el año 2021 y tenía 2 años para ese entonces. Muchas cosas se rumoran, pero las investigaciones no han arrojado ningún resultado.
Hasta la fecha, los cuerpos policiales no han emitido un pronunciamiento oficial sobre este caso, que mantiene en zozobra a los padres del menor.
Padres cuestionan a la Fiscalía y al Cicpc, por la lentitud en las investigaciones para dar con el paradero del pequeño. “Ya son 3 años y mi hijo no aparece, esta situación nos tiene desconsolados a su madre y a mí”, dijo el padre del menor a El Regional del Zulia.
Jean Carlos Rodríguez, padre del menor, aseguró que en nombre de su familia vuelve a exigir a las autoridades que se retome las investigaciones del caso de su hijo, porque ha pasado mucho tiempo y siguen sin respuestas.
«La hemos pasado muy mal durante todo este tiempo, mi esposa ha llorado mucho; los hermanitos están preocupados, al igual que toda la familia. No es fácil”, reseña El Regional.
Caso que hace recordar al de Laurita Meza
El caso de Jean Carlos conmocionó a la Costa Oriental del Lago y es comparado con el caso de Laura Stefany Meza Leal, quien fue secuestrada en el 2003 en Cabimas, caso que se convirtió en un misterio.
El 27 de octubre de 2003, una niña llamada Laura Stefany Meza Leal fue secuestrada en Cabimas, dicha desaparición conmocionó al país y los principales medios del país reseñaron este suceso.
Cuando ocurrió el extraño y no resuelto caso, Laurita tenía 9 años y vivía en Cabimas en la Costa Oriental del Lago.
A las 3 p. m, Laurita se acercó a la plaza Juan Crisóstomo Falcón de Cabimas, que quedaba al frente de su residencia.
La niña iba a buscar unas plantas para una tarea que le asignaron en el colegio y decidió acudir a la plaza antes mencionada.
En ese entonces, Laurita estaba al cuidado de su abuela materna, debido a que sus padres no se encontraban en el domicilio, y la niña le pidió permiso a su abuela para recolectar las plantas de su tarea escolar, reseña dossierinteractivo.
La anciana le dio el permiso y la niña se dirigió a la plaza que se encontraba al frente de su vivienda. Según el testimonio de algunos vecinos, la niña se encontraba jugando y fue la última vez que la vieron con vida desde ese entonces.
Para los que conocían a la niña, la describían como alegre, jovial, inocente, dedicada en sus estudios y muy madura para su corta edad.
Con información de Noticia Al Día