La productora de petróleo estadounidense Chevron Corp y varias compañías europeas están en conversaciones con la administración de Donald Trump para obtener autorizaciones que les permitan mantener sus participaciones en empresas conjuntas con la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), revela Reuters.
En marzo, Washington revocó licencias y autorizaciones otorgadas en los últimos años que permitían a los socios y clientes extranjeros de PDVSA hacer negocios con Venezuela, país que se encuentra bajo sanciones estadounidenses, y exportar petróleo a destinos como Estados Unidos, Europa e India.
Estados Unidos otorgó a las empresas hasta el 27 de mayo para liquidar sus transacciones, pero no se pronunció específicamente sobre qué debían hacer con los empleados y activos en Venezuela, incluidas las participaciones en empresas conjuntas.
Abogados y expertos han señalado que se necesita más claridad para completar el cierre de esas actividades. Mientras tanto, PDVSA solo ha estado entregando petróleo a clientes que prepagan o aceptan intercambios, y en abril canceló varios cargamentos de crudo a Chevron en medio de la incertidumbre sobre los pagos.
La semana pasada, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos dejó expirar una licencia separada para que las empresas de servicios petroleros estadounidenses mantuvieran equipos en Venezuela.
Varias compañías petroleras ahora están solicitando a Estados Unidos que les permita al menos regresar al tipo de licencia que tenían entre 2020 y 2022, la cual les impedía expandir operaciones en Venezuela o exportar petróleo, pero les permitía preservar sus participaciones, oficinas y una presencia mínima en la nación sudamericana, dijeron las fuentes, quienes hablaron bajo condición de anonimato por no estar autorizadas a declarar públicamente.
Esta alternativa evitaría un éxodo de empresas extranjeras de Venezuela, pero podría llevar a que PDVSA acumule nuevamente deuda y deba más dividendos a las empresas, ya que planea tomar el control de las operaciones previamente controladas por las empresas conjuntas y manejar las exportaciones por sí misma.
La producción de petróleo venezolana ha disminuido drásticamente en la última década debido a la falta de inversión, la mala gestión y las sanciones, pero el país aún posee las reservas de crudo más grandes del mundo.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, dijo el mes pasado que la compañía española estaba en conversaciones con las autoridades estadounidenses sobre formas de mantener sus actividades en Venezuela.
Por su parte, el consejero delegado de Chevron, Mike Wirth, declaró este mes en la conferencia telefónica sobre resultados de la empresa que estaban dialogando con el gobierno estadounidense sobre cómo se podría modificar o extender su licencia. Ninguno de los dos directivos reveló detalles específicos de su solicitud.
PDVSA, el Ministerio de Petróleo de Venezuela y el Tesoro de Estados Unidos no respondieron a las solicitudes de comentarios.