La famosa canción «Thinking Out Loud» de Ed Sheeran no viola los derechos de autor del emblemático tema «Let’s Get It On» de Marvin Gaye, poniendo fin así a una controversia legal que se extendió durante más de un año.
Según The New York Times, el fallo provino de un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el Segundo Circuito en Nueva York, que reafirmó una decisión previa de un tribunal inferior.
En una sentencia de 28 páginas, los magistrados dictaminaron que los derechos de autor de la composición original de «Let’s Get It On», lanzada en 1973, se limitaban a la partitura básica que fue registrada en la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos.
Esta restricción implica que las variaciones musicales presentes en la grabación del tema, como las secciones de guitarra, batería y la característica línea de bajo, no están protegidas bajo la ley de derechos de autor, lo que permite a Sheeran mantener su libertad creativa.
Además, los jueces desestimaron los reclamos de Structured Asset Sales, una compañía de inversión musical que tiene un 11.11% de participación en la canción de Gaye, que argumentaba que el patrón de acordes utilizado en «Let’s Get It On» era lo suficientemente distintivo como para estar protegido.
Acorde «común»
Los magistrados señalaron que dicha estructura de acordes era común en numerosas canciones y que la originalidad en la «selección y disposición» de esos acordes no era suficiente para otorgar derechos de autor.
Los jueces subrayaron que los componentes básicos de la música, como notas, ritmos y acordes, generalmente no están sujetos a protección de derechos de autor. Esta decisión ha sido seguida con gran interés por expertos en derechos de autor, quienes han señalado que la regulación existente, conocida como la regla de «copia de depósito», que limita la protección de obras a lo que se ha escrito, está desactualizada en el contexto de la producción musical contemporánea.
El litigio, que comenzó a raíz de una demanda interpuesta por los herederos de Ed Townsend, coautor de la canción de Gaye, giró en torno a la definición precisa de qué partes de «Let’s Get It On» estaban protegidas bajo derechos de autor.
Un juez de primera instancia había establecido que solo las notas contenidas en la copia de depósito estaban sujetas a derechos, citando un caso anterior relacionado con «Stairway to Heaven» de Led Zeppelin. Aunque la ley de derechos de autor se actualizó en 1978 para permitir que las grabaciones fueran presentadas para su registro, esta modificación no aplicó a «Let’s Get It On».
En el juicio, que no incluyó la reproducción de la grabación original de «Let’s Get It On», los jurados escucharon una representación electrónica con una voz sintética. Finalmente, el veredicto favoreció a Sheeran, ya que el jurado concluyó que él y su colaboradora Amy Wadge habían compuesto «Thinking Out Loud» de manera independiente, sin haber infringido así la obra de Gaye y Townsend.
Structured Asset Sales, que no estaba involucrada en el proceso original de demanda, intentó presentar dos casos adicionales argumentando que «Thinking Out Loud» violaba los derechos de «Let’s Get It On». La primera de estas demandas fue desestimada tras el fallo a favor de Sheeran en el juicio, y la segunda, relacionada con un nuevo registro de derechos de autor, fue suspendida mientras se resolvía la apelación sobre el fallo inicial.
La victoria de Ed Sheeran no solo representa un alivio personal para el cantante británico, sino que también resalta las complejidades legales que rodean a los derechos de autor en la música contemporánea, en un momento en que la originalidad y el uso de influencias musicales son parte esencial del proceso creativo.
Con información de El Cooperante