El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha negado cualquier implicación de Rusia en el ataque contra la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, en la región de Jersón, y ha declarado que se trata de un «claro» y «deliberado» sabotaje llevado a cabo por Ucrania.
«Podemos afirmar inequívocamente que estamos hablando de un sabotaje deliberado por parte de Ucrania, que fue planeado y llevado a cabo por órdenes del régimen de Kiev», ha enfatizado este martes Peskov, según recoge la agencia Interfax.
«Está claro que este sabotaje tenía entre sus objetivos privar de agua a Crimea. El nivel de agua en el embalse está cayendo y, en consecuencia, el suministro al canal está disminuyendo drásticamente», ha explicado.
«Aparentemente, este sabotaje también está relacionado con el hecho de que, después de haber lanzado operaciones ofensivas a gran escala en los últimos dos días, las Fuerzas Armadas ucranianas no están logrando sus objetivos», ha apuntado.
Más tarde, el ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, se ha adherido a la postura defendida por Peskov y ha aseverado que «el régimen de Kiev ha cometido otro crimen terrorista» al destruir parte de la presa de Kajovka, lo que ha provocado la inundación de «grandes áreas» de Jersón.
Con información de Europa Press