Este sábado 20 de enero, la senadora Piedad Córdoba del Pacto Histórico perdió la vida debido a un infarto. La política colombiana fue declarada sin vida al ingresar a la clínica Conquistadores en Medellín. La congresista estaba a días de celebrar su cumpleaños, el cual sería el próximo 25 de enero.
La senadora enfrentó recientemente la detención y posterior extradición de su hermano Álvaro Córdoba a los Estados Unidos, acusado de narcotráfico y donde finalmente aceptó su responsabilidad en los cargos.
Su carrera política estuvo marcada por su labor durante los mandatos de Álvaro Uribe (2002-2010), siendo una figura clave en las negociaciones para la liberación de secuestrados en poder de las Farc.
Sin embargo, algunas víctimas como Íngrid Betancourt, criticaron a Córdoba sugiriendo que estas liberaciones tenían un fondo político, conectado a la figura de los presidentes Hugo Chávez de Venezuela y Nicolás Maduro, con quienes mantenía una estrecha relación.
La senadora Córdoba fue una figura polémica y reconocida en el ámbito político colombiano. Sus esfuerzos por la paz y las controversias en su carrera mantuvieron su nombre en un constante debate público.
Su participación en las gestiones humanitarias y sus vínculos internacionales definieron un perfil que alternaba entre el elogio y el escrutinio. La noticia de su fallecimiento ha resonado en el espectro político y social de Colombia, brindando un espacio para reflexionar sobre su legado y los complejos procesos de paz en la historia reciente del país.
Piedad Córdoba recientemente enfrentó la extradición de su hermano Álvaro Córdoba a Estados Unidos, luego de ser detenido y acusado de delitos de narcotráfico.
El hermano de la reconocida política colombiana reconoció su culpabilidad en el país norteamericano. Esta situación ocurre en un contexto en el cual Piedad Córdoba ha sido destacada en procesos de intermediación para la liberación de secuestrados por las Farc durante la era del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010).
Con información de Infobae
Una persona con un historial nefasto, tanto para Colombia como para Venezuela. Sin incluir a su entorno familiar y personal. «Que el Cielo la juzgue…» Con seguridad, será más benévolo de lo que ella fue con las personas de esos países.