El recién investido presidente de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, hizo un llamado directo a su homólogo argentino, Javier Milei, para que ambos gobiernos impulsen una «nueva etapa de cooperación» bilateral.
El llamado se produjo en el marco de los actos de asunción de Paz, a los que el presidente argentino asistió en La Paz, siendo uno de los líderes regionales con quienes el nuevo mandatario busca reestablecer lazos.
La declaración del nuevo mandatario boliviano, de tendencia centroderecha, marca un quiebre significativo en la política exterior del país andino.
Durante la administración saliente del Movimiento al Socialismo (MAS), las relaciones con Argentina, a pesar de ser vecinas, estuvieron marcadas por tensiones y la priorización de alianzas ideológicas distintas.
Se espera que esta nueva fase de cooperación se centre en áreas clave para ambos países.
Entre ellas destacan el comercio y la inversión, donde se buscará aumentar el intercambio comercial.
Un punto neurálgico será la gestión y provisión de gas natural, un recurso fundamental para el sector energético argentino y una importante fuente de ingresos para Bolivia.
Adicionalmente, se prevé una coordinación reforzada en asuntos fronterizos, incluyendo temas de seguridad y migración.
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