Las autoridades estadounidenses ordenaron realizar inspecciones urgentes de 895 aparatos de la familia de aviones Boeing-787 para comprobar el funcionamiento de asientos de pilotos y copilotos, según un comunicado publicado este lunes por la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés).
El organismo se refiere a 158 aviones registrados en el país norteamericano y 737 aviones en todo el mundo y requiere que las aerolíneas inspeccionen los asientos en los modelos 787-7, 787-9 y 787-10 para revisar las tapas de interruptores basculantes faltantes o rotas, además de conjuntos de cubiertas de interruptores, en un plazo de 30 días. Asimismo, en caso de que se encuentren problemas o fallas, las aerolíneas deberán tomar las medidas necesarias para erradicarlos.
La decisión de la FAA se produjo debido al incidente que sufrió un avión de la aerolínea chilena LATAM en marzo de este año en un vuelo entre la ciudad australiana de Sídney y Auckland (Nueva Zelanda), cuando 50 personas resultaron heridas tras un «fuerte movimiento» causado por un fallo técnico.
De acuerdo con la investigación de la agencia gubernamental, el incidente se debió a que un miembro de la tripulación tocó de forma inadvertida un interruptor situado en el asiento del piloto que no contaba con una tapa para evitar su activación accidental. En consecuencia, el interruptor desconectó el piloto automático y provocó el brusco descenso del avión.
Entretanto, a finales de julio de este año, Boeing se declaró culpable de un cargo de conspiración de fraude criminal en relación a dos accidentes fatales de sus aviones del modelo 737 Max en 2018 y 2019, en los que murieron 345 personas.
En ese entonces, la compañía aseguró que pagaría una multa de al menos 243,6 millones de dólares, así como destinaría al menos 455 millones de dólares para fomentar sus programas de seguridad y cumplimiento.
Con información de RT