“Me arrepiento bastante de lo que hice”.La expresión pertenece a Constanza Ruiz Bastén, y estudiante de cuarto año en la carrera Ciencias del Deporte y Actividad Física en la Universidad de las Américas, quien durante el mediodía pasado jueves, insulta y agrede a un conductor de aplicación de nacionalidad venezolana, luego de que este le pidiera que se sentara adelante por las fiscalizaciones.
En entrevista con El Mercurio, Ruiz Basten, se refiere al video difundido por redes sociales con ella y Deivis Agüero, de 56 años, como protagonistas de un viaje de la aplicación InDrive que ella solicitó para trasladarse desde la universidad, en Providencia, a su casa.
Según su versión, ese día presentó su tesis: “Fue un día de mucha tensión”, asegura.
En sus palabras, el detonante de su comportamiento violento fue una expresión de Agüero, muy común en Venezuela. “Es que mi amor, están fiscalizando mucho, por eso se lo estoy diciendo”, le dijo Deivis, tras pedirle que se embarcara en el puesto delantero.
Ruiz Bastén lo insultó por su nacionalidad, lo relacionó con el Tren de Aragua, amenazó con bajarse del auto y llamar a Carabineros para acusar (falsamente) a Deivis de acoso sexual, le dijo que llevaba consigo “un fierro”, llamó por teléfono a supuesto amigo, quien le gritó por el altavoz y como cierre, le propinó dos cachetadas.
La chica, de 26 años, y no menor de edad como le quiso hacer creer a Deivis, revela que teme por su vida. “Hace poco le pegaron a una niña acá a la vuelta, porque pensaron que era yo (…). Me han amenazado de muerte, me han venido a buscar a mi casa”.
«Estoy muy asustada, tengo mucho miedo. Incluso en las noches despierto y pienso a veces en matarme», agrega, siempre de acuerdo con El Mercurio. Sostiene que publicaron una foto de su mamá en una cuenta o mensaje diciendo que la iban a buscar para golpearla.
“Mi mamá sufrió un ACV hace un tiempo, y si le pasa algo, yo no me lo voy a perdonar nunca”.
Por último, se refiere al caso en materia judicial o penal. “Si el caballero me denunció, hay que terminar esto por los canales adecuados y resolverlo en la Fiscalía como corresponde. Yo estoy dispuesta a pagar lo que tenga que pagar y quiero pedir disculpas públicas al caballero en persona”.
Sobre sus dichos hacia el conductor de que mantenía un arma consigo, confiesa: “No era verdad, solamente me asusté y dije esa tontera”.
Constanza indica que conversó por llamada con Agüero para disculparse, pero este la habría bloqueado. “Hablé con él por teléfono y le mandé mensaje. Le pedí disculpas, le dije que igual estaba siendo amenazada y me bloqueó”.
Por otra parte, la mujer relata que estuvo internada en el Sename desde los 13 a los 18 años y que también vivió en la calle. “Nunca conocí a mi papá, nunca nadie me dio valores, yo me quedé sola, viví en la calle y me pasaron cosas. Yo vivía en el Cementerio General, viví en Los Rucos, en La Parinacota, estuve así durante un año y medio”, detalla.
“Cometí errores, me metí en la drogadicción. Fui consumidora de pasta base y cocaína, pero me recuperé, salí adelante, me rehabilité”, continúa.
Si bien indica que “no justifico los golpes”, expresa que su “vida ha sido superfuerte igual. A veces ando con rabia, me frustro, y no sé qué me pasa, pero como que me descompongo, ando como a la defensiva (…) Todos me han dado la espalda, hasta mi familia”.
Insiste en que se sintió en peligro. “Me decía ‘mi amor’ (…). Era mucha la… que súbete adelante, que súbete adelante, entonces yo me subí no más. La embarré con no haberme bajado del auto”, reconoce.
Ruiz Bastén precisa que la gente la empezó a reconocer el viernes. “Entonces no salí más de mi casa, apenas he comido. Se me vino el mundo encima con todo esto”. Detalla que cerró sus redes sociales. “Me llegan correos con amenazas”, afirma.
En ese sentido, Constanza interpuso una denuncia por amenazas de muerte y hostigamiento que ha recibido desde que se viralizó el hecho.
Con información de Versión Final