La sede central de Naciones Unidas ha limitado la calefacción central como parte de la política de recortes que ha tenido que emprender ante la falta de liquidez por el retraso de algunos países miembros en sus cuotas de membresía.
El portavoz de la Secretaría General, Stéphane Dujarric, apareció este miércoles en su rueda de prensa diaria con una bufanda al cuello y, un poco en broma, dijo: «Esta bufanda no la llevo como accesorio, sino porque hace frío (en el edificio)».
Quiso aclarar que, aparte de las limitaciones en la calefacción central, no se han visto afectados los servicios esenciales en la sede, y si algunas de las entradas se han inhabilitado a partir de cierta hora, es por el escaso tráfico de personas en horas de la tarde.
Además de limitar la calefacción central también acortarán reuniones
Pero fuentes de delegaciones que trabajan a diario en la sede central confirmaron a EFE que hay instrucciones para acortar las reuniones en la tarde y poder proceder así a ahorros en la partida energética.
«No es tanto un problema de presupuestos, sino de liquidez, que tiene que ver con cuándo los países pagan sus cuotas (…) No estamos recibiendo ingresos tan pronto como quisiéramos», dijo Dujarric, que no quiso mencionar a ningún país entre los morosos.
El pasado 25 de enero, el secretario general António Guterres envió una carta a todos los Estados miembros en la que subrayó su preocupación porque la falta de liquidez afecte algunas de las funciones de la organización. «Me veo forzado a aplicar agresivas medidas (…) para evitar el impago en nuestras obligaciones en el mes de agosto», dijo.
Guterres precisó que en 2023 solo 142 Estados pagaron su cuota completa, y eso generó unos atrasos de 859 millones de dólares, la cifra más alta en su historia.
La carta de Guterres ya anticipaba algunos de los recortes, como posponer pagos de bienes y servicios, llevar al mínimo los contratos de consultores y expertos, suspender las obras de construcción y mantenimiento y aplicar ahorros energéticos.
Con información de EFE