El caso de Mateo, el niño de 11 años que fue asesinado en Mocejón, España en pasado domingo continúa en el foco de las autoridades tras capturar este lunes al presunto homicida: un joven de 20 años que habría apuñalado al pequeño en el campo donde jugaba fútbol con sus compañeros.
El sujeto confesó el crimen y aseguró ante la Guardia Civil que “no se pudo controlar” y que lo hizo “su otro yo”, lo que despertó el interés de los funcionarios para ahondar en un posible trastorno mental.
De acuerdo con el diario Heraldo, las fuentes consultadas han indicado que el detenido deliraba al hablar y no mantenía un discurso coherente. Luego, su padre confesó que sufre de una discapacidad psíquica, aunque la Guardia Civil asegura que aún hay que aportar informes médicos y que todavía está pendiente la revisión del médico forense de los juzgados de Toledo.
Por el momento, el joven está detenido en dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo.
La Guardia Civil continúa este martes buscando el arma del crimen de Mocejón (Toledo) con el apoyo de unidades especiales de Madrid, con la que el presunto autor, detenido este lunes, acabó con la vida de Mateo.
Así lo señaló este martes la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, en una rueda de prensa en la que ha criticado a los “sembradores de odio” que han aprovechado el crimen para intentar relacionar a la inmigración con el asesinato.
Con información de Versión Final