Los Mieres parecían ser una familia normal. Nadie vio venir lo que la noche de este jueves descubrirían en un anexo en el barrio La Libertad, en Guacara, estado Carabobo. Dos cadáveres estaban en el pequeño inmueble, uno de ellos desmembrado, en manos de su propio hijo, que luego se quitó la vida.
Eran alrededor de las 8:00 de la noche cuando uno de los habitantes de la casa, donde vivían los Mieres alquilados, entró al anexo luego de escuchar ruidos raros: el cuerpo de un hombre colgaba frente a la cocina, con un cable atado al cuello. No dudaron en llamar a la Policía.
Una comisión de la Policía Municipal de Guacara llegó a la casa y fue entonces cuando los oficiales descubrieron una escena aún peor: en el baño estaba otro cadáver. Desmembrado en diez partes y cubierto con harina de trigo. En el lugar había varios cuchillos con los que se presume que el homicida cometió el crimen y descuartizó el cuerpo.
Una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, delegación municipal Mariara, llegó al sitio y ahí mismo resolvieron parte del caso: el cuerpo desmembrado era de José Abraham Mieres Bastidas, de 52 años, quien había sido víctima de su propio hijo, José Miguel Mieres Cordero, de 26. En el anexo vivían únicamente ellos dos.
Se cree que José Miguel cometió el asesinato mucho más temprano. Posiblemente trató de minimizar algún mal olor y regó harina sobre las partes del cadáver. Las paredes y el piso estaban manchados de sangre. A los funcionarios en la escena del crimen les sorprendió que el homicida tuviese fotos impresas en papel de partes del cuerpo y algunos datos forenses, lo que les hizo presumir que tenía planificado el asesinato.
Después de cometer el homicidio, al parecer, se produjo algunas cortadas en sus brazos. Luego, tomó un cable y se quitó la vida por asfixia mecánica.
En una cama, encontraron una nota que decía: «escuchen los audios por favor» (sic) y cerca estaban dos teléfonos. Se desconoce el contenido de los audios, pero posiblemente, en ellos contaría la razón de haber cometido el hecho que sorprendió a los vecinos de La Libertad, quienes aseguraron que padre e hijo, aparentemente tenían buenas relaciones.
José Abraham trabajó en una empresa de producción de pollos y fue entrenador en varias escuelas de Béisbol Menor en Guacara. Tenía otro hijo, que supuestamente tiene una condición especial.
Los detectives del Cicpc estarían investigando el caso para determinar las razones que llevaron a José Miguel a asesinar a su padre y si estaba bajo los efectos de alguna sustancia al momento del hecho.
Con información de El Carabobeño