Pavel Durov, el fundador de la popular plataforma de mensajería Telegram, ha denunciado públicamente haber recibido una solicitud por parte del jefe de la inteligencia francesa, Nicolas Lerner, para bloquear voces conservadoras en Rumania antes de las próximas elecciones en el país europeo.
A través de una publicación en su cuenta oficial, Durov relató un encuentro que tuvo lugar esta primavera en el Salon des Batailles del Hôtel de Crillon, donde Lerner supuestamente le solicitó la censura de estas voces políticas.
En su declaración, Durov afirmó haber rechazado categóricamente la petición. «Me negué», escribió el empresario tecnológico. «No bloqueamos a manifestantes en Rusia, Bielorrusia o Irán. No vamos a empezar a hacerlo en Europa».
Las acusaciones de Durov generan un debate sobre los límites de la cooperación entre gobiernos y empresas tecnológicas en materia de seguridad y elecciones.
Hasta el momento, no ha habido una respuesta oficial por parte de la inteligencia francesa o de Nicolas Lerner a las declaraciones de Pavel Durov. Se espera que esta denuncia genere repercusiones en el ámbito político y tecnológico europeo.