Desde todas partes de Maracaibo, los fieles creyentes se congregan desde temprano en la Basílica para cumplir sus promesas a la Virgen del Rosario de Chiquinquirá en su día, quien ha cumplido con sus milagros a sus devotos.
Dirsa Ferrer salió a las 6:20 de la mañana desde La Curva de Molina y llegó caminando junto con sus dos hijas y sus dos nietas, y todas viven en el sector La Rinconada.
Ella viene a pagar varias promesas a La Chinita, la primera de ellas por superar un cáncer de mama, que finalmente resultó ser un tumor benigno.
El 16 de noviembre de 2021, su hija sufrió un accidente de motocicleta que le causó un politraumatismo craneoencefálico y un edema cerebral, que la llevó a estar en coma durante ocho días. Hoy ya recuperada de su casi fatal accidente, la pudo acompañar este año a la Basílica.
Pocas semanas después, el 8 de diciembre, nace su nieta a los ocho meses de gestación, cuando no le daban seguridad de sobrevivir al parto. «Gracias a La Chinita la tenemos acá», expresó.
Otra quien vino a saludar desde el barrio Panamericano a «La China» fue Yuselis Chiquinquirá, una joven de 26 años que acudió en su silla de ruedas, tras nacer con una condición llamada mielomeningocele, que afecta a la columna vertebral, así como con hidrocefalia.
Yuselis se sometió a cirugía a los tres meses de vida, donde se le colocó una válvula y un catéter peritoneal.
Su madre Yusmaira cuenta que nombró a su pequeña en honor a la Virgen, y desde entonces pudo hacer su vida con normalidad, graduándose como bachiller y llegando a estudiar en la Universidad del Zulia.
«Desde su nacimiento se la ofrecimos a la Virgen porque ella era quien nos la iba a proteger, y durante estos 26 años es quien nos la ha mantenido sana y con mucha salud».
Lisdely Romero también vino caminando al templo mariano acompañada de su hija y un grupo de 21 personas desde la Urbanización La Paz, una tradición familiar que ya cumple 10 años.
«Venimos a darle las gracias y a pedirle salud y bienestar para la familia y nuestro país. Desde siempre con mucho fervor, de generación en generación, venimos a cumplirle a La China», comentó.
En la parte trasera de sus franelas rosadas plasmaron la fotografía de su tía, quien falleció hace seis meses y gracias a La Chinita pudieron disfrutarla en vida durante muchos años.
Con información de Versión Final