Los siete estados que definirán las elecciones en EEUU son conocidos como «swing states» o estados péndulos. Estos son cruciales porque no tienen una tendencia política clara y pueden inclinarse hacia cualquier partido en una elección.
Los estados más mencionados en este contexto son Florida, Pennsylvania, Michigan, Wisconsin, Arizona, Carolina del Norte y Georgia.
Florida es uno de los estados más importantes debido a su gran número de votos electorales. Históricamente, ha sido muy competitivo y ha jugado un papel decisivo en varias elecciones presidenciales.
Los votantes de Florida elegirán a los 30 electores que los representarán en el Colegio Electoral mediante votación popular.
Pennsylvania, por otro lado, es un estado industrial con una mezcla de áreas urbanas y rurales, lo que lo convierte en un campo de batalla electoral clave.
Pensilvania resalta con 19 votos electorales. Esto lo convirtió en el foco principal de las campañas a menos de un mes de las elecciones.
Michigan y Wisconsin son estados del medio oeste que han sido tradicionalmente demócratas, pero que se inclinaron hacia los republicanos en las elecciones de 2016. Estos estados tienen una gran población de votantes de clase trabajadora que pueden ser influenciados por las políticas económicas de los candidatos.
Michigan cuenta con 15 votos electorales, mientras que en Wisconsin se deciden 10 votos electorales.
Arizona y Carolina del Norte son estados del sur que han mostrado tendencias cambiantes en los últimos años.
Arizona, en particular, ha visto un aumento en la población latina, lo que ha cambiado su panorama político. Carolina del Norte, con su mezcla de áreas urbanas y rurales, también es un estado muy competitivo.
En Carolina del Norte están en juego 16 votos electorales. Mientras que el estado fronterizo de Arizona acumula 11 votos electorales.
Con información de Caraota Digital