El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció el fin de los apagones y prometió que este llegará en diciembre de 2024. Desde septiembre, el país enfrenta apagones programados diarios que en algunos casos han superado las 12 horas en el día. Actualmente, los ciudadanos tienen cortes de electricidad de 8 horas no consecutivas.
“Como hemos prometido, en diciembre ya se acabarán los apagones y volveremos a tener una vida normal”, afirmó Noboa en un reciente discurso proclamado en Esmeraldas. En esa intervención, Noboa destacó que su administración ha destinado USD 700 millones para reparar y mantener el parque termoeléctrico del país, una medida que considera clave para superar la crisis energética.
Según el mandatario, las plantas termoeléctricas no han recibido mantenimiento desde el 2020, lo que complicó aún más la respuesta estatal frente a la sequía que afecta al país: “Nos ha tocado vivir algo muy duro, producto del olvido de los gobiernos anteriores y la corrupción”, señaló Noboa, quien se refirió a la inacción previa como uno de los factores que agravaron la crisis. Sin embargo, expertos del sector han advertido que los esfuerzos en el corto plazo, como la reparación de termoeléctricas, solo serán un paliativo mientras no se realicen inversiones a largo plazo para diversificar las fuentes de energía del país.
La dependencia hidroeléctrica de Ecuador
El país depende en gran medida de su sistema hidroeléctrico, que suministra cerca del 70% de la energía del país. Sin embargo, la sequía prolongada asociada al fenómeno de El Niño ha reducido significativamente la capacidad de generación, obligando al gobierno a recurrir a las plantas termoeléctricas y a importaciones de energía desde Colombia.
La dependencia de la energía hidroeléctrica expone al país a vulnerabilidades climáticas, una situación que varios analistas han señalado como una falla estructural en la planificación energética de las últimas décadas. A pesar de que Ecuador cuenta con un potencial significativo para desarrollar fuentes renovables como la solar y eólica, estas aún representan una mínima fracción de su matriz energética.
No es la primera vez que el gobierno de Noboa realiza anuncios de este tipo en el marco de esta crisis. Anteriormente, el mandatario prometió disminuir las horas de los apagones paulatinamente, pero la falta de lluvias impidió que eso sucediera. Luego, en una entrevista en un medio administrado por el gobierno, el presidente aseguró que tomó aquella decisión con base en la “empatía”, pese a que los técnicos le sugerían prolongar los apagones.
Además de la crisis energética provocada por la sequía, el gobierno debe combatir varios incendios forestales activos, principalmente en el sur del país. Noboa ha calificado como “terrorismo ambiental” a los incendios que afectan a las provincias de Cuenca y Loja. Durante un evento en el cantón Sucre, Manabí, celebrado el 20 de noviembre, el mandatario señaló que los incendios podrían tener motivaciones políticas.
“Lo intentaron en Quito, ahora van por Cuenca y Loja”, expresó Noboa, refiriéndose a los incendios registrados en la capital en septiembre. Según el presidente, ciertos grupos buscan desestabilizar al país mediante actos de esta naturaleza. Noboa indicó aquello tras la declaratoria de emergencia nacional debido a los incendios, que han arrasado con más de 10.000 hectáreas en Loja y Azuay, ambas provincias al sur del país y cuyas reservas ecológicas se han visto afectadas por los incendios. El Gobierno Nacional ha intensificado las acciones de coordinación y asistencia, convocando sesiones extraordinarias del Gabinete Sectorial en Loja y Cuenca para evaluar y mitigar los impactos de esta emergencia ambiental.
Las condiciones climáticas, producidas por altas temperaturas y una prolongada sequía, han facilitado la propagación de incendios que han consumido miles de hectáreas a escala nacional. En total, se han registrado más de 3.100 incendios en lo que va del año.
Con información de Infobae