El Gobierno de Gustavo Petro se enfrenta a un tercer día de paro de camioneros en las entradas a Bogotá, Bucaramanga y Cúcuta en rechazo a la medida implementada por el Ministerio de Hacienda, el cual, decretó un aumento de $2.000 al precio del diésel.
Manteniendo su promesa de no usar la Policía, el Presidente también cedió en su habitual estilo de confrontación frente a un movimiento que amenaza en convertirse en la protesta social más disruptiva en su gobierno.
Anoche, la ministra de Transporte, María Constanza García, ofreció congelar las siguientes subidas programadas al precio de diésel, o Acpm, pero la oferta fue rechazada de plano por los camioneros, que siguen en paro.
El decreto, hecho por el Ministerio de Hacienda, proyectaba otros dos para alcanzar los $6.000 y cerrar el hueco fiscal producto del Fondo de Estabilización para los Precios de los Combustibles (Fepc), una bolsa con la que se subsidian los precios de los combustibles en Colombia. El tamaño del hueco del Fepc ascendería a $12,8 billones por subsidiar el diésel.
La cifra implica otro golpe para un gobierno que le falta cerrar el déficit de su presupuesto del próximo año, y por el que ya anuncia una nueva reforma tributaria, que ahora tendría que ser más grande.
Ante esto, los camioneros colombianos salieron desde tempranas horas a tomar las calles de Bogotá, la vía al Llano, Norte de Santander y Santander.
Aunque durante la jornada del martes hubo acercamientos entre Gobierno y gremio de transportadores, no se llegó a ningún acuerdo. Sin embargo, se espera que este 4 de septiembre se reactiven las conversaciones.
Los bloqueos del martes dejaron como saldo miles de usuarios de servicios de transporte intermunicipal y Transmilenio afectados, así como buses y otros vehículos vandalizados con el fin de obstruir las vías.
Analdex también reportó que esta situación podría generar pérdidas de hasta 300 millones de dólares diarios para el comercio exterior, pues las principales rutas comerciales se encuentran paralizadas.
Desde las 5:00 a.m. iniciaron las movilizaciones de camioneros por Medellín y el Valle de Aburra. Se registran fuertes trancones en Sabaneta, Bello y Copacabana por las caravanas que avanzan hacia la capital antioqueña.
También hay concentraciones en Carmen de Viboral, San Luis y el Urabá. Aunque no hay desabastecimiento en las centrales de abastos, sí se reporta un aumento en los precios de los alimentos.
Con información de Versión Final