Cámaras de seguridad del cuartel de bomberos de la localidad argentina de Temperley, al sur de Buenos Aires, captaron el lunes por la noche una dramática escena que afortunadamente se saldó con final feliz.
Una madre llevaba en brazos a su bebé de apenas año y medio, angustiada porque apenas podía respirar, pidiendo ayuda con desesperación.
De guardia se encontraban cinco efectivos: el sargento Hernán De Grazia, el cabo 1.º Matías Galota, el cabo Mauro Nardoni, el bombero Nicolás Subiría y la bombera Magalí Flores, quienes trabajando en equipo lograron salvar la vida del pequeño.
«Se lo auscultó con un estetoscopio y se verificó que no tenía entrada de aire en los pulmones. Tenía un latido muy tenue. La mamá nos decía que tuvo unos episodios de broncoespasmos y que había tomado la leche. Suponemos que se había broncoaspirado con la misma flema y con la leche que había tomado», relató De Grazia al diario La Unión.
A partir de ahí se activó el protocolo: se comenzó con la maniobra de Heimlich en lactantes, se controlaron los signos vitales del bebé, se atendió a la madre, que se encontraba en estado de ‘shock’, y se avisó al cuartel central de la emergencia.
El bebé volvió en sí y comenzó a respirar de nuevo y posteriormente fue trasladado en ambulancia al hospital Gandulfo.
Todos los salvadores son voluntarios, es decir, tienen otros trabajos fuera del cuartel, desde conductor de ambulancias, en el caso de Galota, hasta dependienta en una heladería y chocolatería, en el de Flores.
Todos ellos insisten en la importancia de tener conocimientos en primeros auxilios y saber cómo actuar en una emergencia de estas características para poder salvar vidas.
Con información de RT