Omar González, uno de los seis individuos que obtuvieron asilo en la residencia de la embajada de Argentina en Venezuela hace unos meses, ha lanzado una llamada de alarma. El domingo, González advirtió sobre la situación «crítica» que se está viviendo en la embajada, alumbrando las acusaciones de un «asedio continuo» que se ha perpetuado desde el pasado 23 de noviembre.
«Queremos alertar urgentemente a la comunidad nacional e internacional sobre la situación crítica que enfrentamos los seis asilados políticos en la embajada de Argentina en Caracas, bajo la protección de Brasil», manifiesta el estrecho colaborador de la líder opositora, María Corina Machado.
Dos de los asilados, Pedro Urruchurtu y Magalli Meda, denunciaron el sábado que ha pasado una semana desde que comenzó el «asedio» en las inmediaciones de la embajada. Urruchurtu informó que desde el lunes pasado se encuentran «sin electricidad», debido a un presunto robo de fusibles eléctricos. Adicionalmente, se les ha impedido recibir un camión cisterna con agua potable para reponer el suministro, el cual alegan se agotó el sábado después de varios días de racionamiento.
La Plataforma Unitaria Democrática ha hecho un llamado para presiones internacionales a fin de poner fin a este «asedio criminal». Además, piden que se emitan salvoconductos para los seis individuos, incluyendo a Claudia Macero, Humberto Villalobos (colaboradores de Vente Venezuela, dirigido por Machado) y el exministro Fernando Martínez Mottola, asesor de la alianza.
Los seis opositores ingresaron a la residencia diplomática después de que la Fiscalía los acusara de varios delitos, incluyendo conspiración y traición a la patria.
Desde agosto, la embajada de Argentina ha estado bajo la protección de Brasil, tras la expulsión de los diplomáticos del país sudamericano. Aunque el Gobierno de Nicolás Maduro revocó esta autorización en septiembre, argumentando la supuesta planificación de actos terroristas dentro de la sede a cargo de los asilados.
Con información de Versión Final
