A sus 83 años, un ciudadano venezolano se preparaba para abordar un vuelo en el aeropuerto Rafael Núñez de Cartagena.
La mañana estaba tranquila, pero los controles de la Policía Antinarcóticos no descansan, menos durante el puente festivo.
Entre pasajeros y maletas, algo captó la atención de los agentes cuando revisaban el equipaje del anciano: su maleta escondía más que simples recuerdos de un viaje.
Al abrir el equipaje, los oficiales descubrieron un camuflaje inesperado. En el interior, había ocultas 31 láminas de caucho impregnadas con una sustancia sospechosa. La maleta parecía inofensiva, pero una Prueba de Identificación Preliminar Homologada (PIPH) disipó las dudas: el caucho estaba bañado en cocaína. Tras el análisis, los oficiales confirmaron que las láminas contenían más de tres kilos del alucinógeno, con un valor estimado de 200 mil dólares en el mercado, lo que equivale a unas siete mil dosis.
A pesar de su avanzada edad, el hombre fue aprehendido y puesto a disposición de la Fiscalía, quien lo acusa de porte y tráfico de estupefacientes. Su detención, según la policía, se suma a las 1,650 capturas por tráfico de drogas en Cartagena este año. Según el coronel Gelver Yecid Peña Araque, comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, la ciudad sigue siendo un punto crítico para el narcotráfico, con más de 1.5 toneladas de alucinógenos decomisadas en lo que va de 2024.
El caso del adulto mayor venezolano es un reflejo de cómo las redes del narcotráfico buscan nuevas formas y perfiles para burlar los controles. «Las estructuras criminales están dispuestas a utilizar cualquier recurso para expandir sus rutas», advirtió el coronel Peña, quien también destacó la importancia de la colaboración ciudadana para combatir estos delitos.
Con información de Cactus 24