La llegada del grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford (CVN-78) a la zona de responsabilidad del Comando Sur de Estados Unidos (USSOUTHCOM), que abarca el Caribe y América Latina, ha escalado las tensiones geopolíticas en la región.
El buque insignia, considerado por la Armada estadounidense como la «plataforma de combate más capaz, versátil y letal del mundo», es un coloso de ingeniería naval y poder militar.
El USS Gerald R. Ford no es solo un barco, sino una ciudad flotante que inaugura una nueva era en el diseño de portaaviones, reemplazando a la antigua clase Nimitz.
El buque tiene una eslora de 337 metros (más de tres cuadras de largo) y una cubierta de vuelo de 78 metros de manga. Con un desplazamiento de aproximadamente 100.000 toneladas a plena carga, es el navío de guerra más grande y avanzado jamás construido.
A bordo alberga una tripulación de más de 4.500 a 4.600 personas, entre personal del buque, ala aérea y Estado Mayor.
Su autonomía es prácticamente ilimitada, ya que está impulsado por dos reactores nucleares A1B de nuevo diseño, capaces de generar tres veces la potencia eléctrica que los de la generación anterior, permitiéndole operar por 25 a 30 años sin reabastecimiento de combustible.
La verdadera capacidad del Ford reside en su tecnología de última generación y en su ala aérea de combate.
Puede transportar e impulsar más de 75 aeronaves, incluyendo cazabombarderos F/A-18E/F Super Hornet, aviones de guerra electrónica EA-18G Growler, aviones de vigilancia E-2 Hawkeye, helicópteros Sikorsky SH-60, y está preparado para operar con el furtivo Lockheed Martin F-35C Lightning II y vehículos aéreos no tripulados (UAVs).
Una de sus innovaciones más significativas es el Sistema Electromagnético de Lanzamiento de Aeronaves (EMALS), que sustituye a las antiguas catapultas de vapor.
Este sistema electromagnético permite realizar un 25 % más de salidas de aeronaves al día con mayor rapidez y eficiencia. En cuanto a defensa, el buque lleva armamento de autodefensa como los misiles RIM-162 ESSM (Evolved Sea Sparrow Missile), los misiles RIM-116 RAM (Rolling Airframe Missile) y el sistema de armas de corto alcance Phalanx CIWS.
El despliegue del USS Gerald R. Ford, acompañado de su grupo de ataque (que incluye destructores y, a menudo, un submarino nuclear), se produce con el objetivo declarado de apoyar las operaciones de Estados Unidos contra el narcotráfico en la región.
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pura basura dinero mal invertido para presumir un poder ficticio condenado por los misiles hipersonicos