Christopher Scholtes, el padre de Arizona que se había declarado culpable del asesinato en segundo grado de su hija de dos años, fue encontrado muerto este miércoles, horas antes de que se presentara ante el tribunal para iniciar el cumplimiento de su condena.
Las autoridades confirmaron la muerte, que, según medios locales, fue un aparente suicidio.
Scholtes había sido acusado de dejar a su hija, Parker, sola en su carro durante varias horas en julio de 2024, en un día en que las temperaturas en Phoenix alcanzaron los 43 grados.
El caso conmocionó a Estados Unidos tras revelarse que, mientras su hija moría por el calor en el vehículo, Scholtes supuestamente se encontraba en el interior de su casa jugando videojuegos y consumiendo pornografía.
El acusado había llegado a un acuerdo de culpabilidad con la Fiscalía, aceptando una pena de entre 20 y 30 años de prisión por los cargos de asesinato en segundo grado y abuso infantil intencional.
Su muerte se produjo justo el día en que debía ser puesto bajo custodia para empezar a cumplir la sentencia.
Las autoridades han iniciado una investigación sobre las circunstancias exactas de su fallecimiento.
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