Las siete horas de caminata, algunas bajo el intenso sol, para 30 kilómetros de recorrido, en su paso por el estado de Oaxaca, en el sur de México, minaron físicamente este martes a una parte la caravana migrante ‘Éxodo de la pobreza’ que se reagrupó luego de que el Gobierno mexicano la disolvió hace una semana tras partir desde Chiapas como la más numerosa de 2023.
La caravana avanzó este día hacia San Pedro Tapanatepec, Oaxaca, con unos mil migrantes animados, pero castigados física y mentalmente por el clima hasta clamar por ayuda humanitaria.
Para llegar a Tapanatepec, los migrantes recorrieron por más de siete horas 30 kilómetros de caminata, bajo un sol potente, desde las 05:00 horas hasta las 12:00 horas con una temperatura de más de 30 grados Celsius en su paso sobre la carretera Transístmica.
En Tapanatepec, las autoridades municipales improvisaron un campamento para albergar, debajo de una lona y sobre un piso de tierra a cientos de migrantes que descansaron acostados en cartones, colchonetas y los más afortunados en tiendas de campaña.
Venezolanos prefieren sufrir en el intento de ingresar a EE.UU.
En este campamento descansó la familia venezolana de Natalie Padrón integrada por su esposo y sus tres hijas de ocho, cuatro y tres años. Las dos primeras presentan cuadros de desnutrición y la menor indicios de autismo.
Entrevistada por EFE, explicó que la salud y los tratamientos de sus hijas son las razones por las que insisten en llegar a los Estados Unidos.
«Y es mejor intentar entrar a morirnos sin intentar entrar allá, sí nos quedamos en Venezuela pero para nadie es un secreto que en Venezuela no hay medicamentos, no hay trabajo, no hay nada»
Natalie, de 30 años, emigró también para retomar sus estudios que truncó en el segundo año de la carrera de medicina.
Con información de EFE