El pánico se apoderó de los bañistas y turistas en la playa de Copacabana cuando un avión ultraligero cayó al mar a pocos metros de la franja de arena.
Según los informes preliminares del Cuerpo de Bomberos de Río de Janeiro (CBMERJ), la aeronave se encontraba realizando labores de publicidad aérea al momento del impacto.
Testigos en el lugar relataron que el motor del aparato pareció fallar antes de que este perdiera altura rápidamente y se sumergiera en las aguas del Atlántico.
Equipos de rescate, incluyendo buzos y helicópteros de la policía y los bomberos, se desplazaron de inmediato al punto del impacto para intentar salvar al ocupante.
A pesar de la rápida intervención y de que el piloto fue extraído de la cabina y trasladado a un centro médico cercano, las autoridades confirmaron su fallecimiento poco después debido a la gravedad de las lesiones sufridas y el tiempo que permaneció bajo el agua.
El área del accidente fue acordonada mientras se realizaban las labores de recuperación de los restos del ultraligero.
El Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (CENIPA) ha iniciado una investigación técnica para determinar las causas exactas del siniestro.
Expertos en aviación analizarán si factores meteorológicos, como las rachas de viento en la costa, o una falla mecánica en el sistema de arrastre del cartel publicitario influyeron en la caída.
Este incidente ha generado consternación en la ciudad, especialmente por haber ocurrido en uno de los destinos turísticos más concurridos del mundo durante la temporada de fin de año.
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