El venezolano Moisés Bastardo Bastardo, pasó de ser miembro de una banda de narcotraficantes, a un despiadado sicario que desató una cacería humana en la región de Bio Bio, en Chile.
Este sujeto organizó una terrible matanza desde la cárcel. Su última víctima conocida, de acuerdo con las investigaciones, no tenía que ver con sus negocios; era un escolar quien se parecía a uno de los enemigos mortales de Bastardo.
Por los terribles crímenes que cometió, el Ministerio Público chileno pide su presidio perpetuo.
Bastardo sería responsable de, al menos, dos asesinatos conocidos por el Ministerio Público.
Una tercera víctima terminó con secuelas de por vida, tras ser baleada en la cabeza.
Otras dos también estuvieron a punto de morir. Y, por si fuera poco, el organismo persecutor indaga sus posibles nexos con otros cuatro homicidios.
Todo, en menos de tres años, en la región de Bio Bio.
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Bastardo describía una de sus armas como “la bendecida”. “Con esta he partido varios cráneos”, dijo el venezolano en una llamada interceptada por la policía.
Ahora, tras descubrir sus redes, la Fiscalía de Análisis Criminal del Bío Bío pide cadena perpetua en contra del imputado.
“Yo no tengo jefe ni patrón”, manifestó Bastardo en medio del juicio que lo llevó a su primera condena.
A mediados de 2021, quedó detenido en medio de una investigación por drogas contra Los Corbata, una de las bandas más avezadas de Los Ángeles.
Entonces, argumentó que no era ningún subordinado de Luis Abraham Corvalán Novoa, el líder de la agrupación; pero la justicia estableció que el imputado era un lugarteniente del criminal.
Sirvió a Los Corbata para mantener el control narco sobre la capital de la provincia de Bío Bío.
Bastardo participaba de la venta y distribución de drogas para la banda. También lo tenían para algunos mandados, como cobrar dinero del tráfico y proporcionaba protección.
El venezolano se erigió como responsable de los bienes de la agrupación, mientras su líder estaba convaleciente. Todo ocurrió luego de que una banda rival lo emboscara.
Según el medio BBCL, Bastardo aprovechó su posición para lanzar una cacería humana en contra de los rivales de Los Corbata.
A mediados de 2020, intentaría asesinar a uno de los contendores de su banda, César Aquiles Dinamarca Acuña, alías Betino. Según los antecedentes, el odio contra este último marcaría su carrera como homicida.
De acuerdo al Ministerio Público, Bastardo se metió a su casa y abrió fuego a diestra y siniestra.
Tras este hecho, una mujer pasó 30 días en el hospital a la espera de que sus heridas sanaran; recibió dos balazos en el brazo izquierdo y uno en la espalda mientras miraba televisión en el solar de su casa.
Pese a que la fiscalía consiguió su prisión preventiva, la falta de testigos terminó por absolver al venezolano, un año después de su detención.
Apenas recuperó su libertad, en abril de 2021, el venezolano inició la cacería de Facundo Riquelme Pérez, amigo de Betino, quien se salvó de ser baleado en el primer ataque.
Otra mujer resultó baleada en la cabeza. La acusación del Ministerio Público sostiene que, de no recibir atención médica, hubiese muerto. Quedó con secuelas graves.
Bastardo fue a parar nuevamente a la cárcel, esta vez condenado a cinco años de presidio.
Hoy la fiscalía pide dos cadenas perpetuas contra Bastardo. Una calificada, por el asesinato de un rival; y otro simple por el homicidio frustrado en contra del amigo del escolar, quien también resultó herido.
La audiencia de preparación de juicio oral quedó fijada por el Juzgado de Garantía de Los Ángeles para el 17 de abril.
Con información de Cactus 24 y Bío Bío