Se está convirtiendo en una escena familiar. Nikki Haley pierde unas primarias ante el expresidente Donald Trump, aparece en el escenario la noche de la derrota y, en un discurso en el que agita el puño, promete que continuará en la contienda.
Pero tras el tropiezo este sábado en su estado natal, Carolina del Sur, Haley sigue sin ganar ninguna de las primarias de los primeros estados y analistas de campaña y votantes creen que mientras más se mantenga en la contienda, más riesgo corre de perjudicar su futuro político y su marca.
Cada vez más se le vincula a los demócratas. Su apoyo republicano está disminuyendo y sus ataques contra Trump han provocado reproches de electores del Partido Republicano, en un partido en el que ahora manda el expresidente.
Para observadores políticos como el estratega republicano Matthew Bartlett, el fin del juego para Haley es cada vez más incierto.
“Ella quiere salir a su manera, que supongo es en llamas”, aseguró Bartlett.
El atractivo de Haley con los moderados, independientes y demócratas “absolutamente la ha perjudicado en Carolina del Sur”, agregó. “La condenará en los estados del Supermartes y no existe la posibilidad de que los republicanos escojan en una convención a un líder que los demócratas quieran como alternativa”.
El presidente del Partido Republicano en Carolina del Sur, Drew McKissick, consideró que solo veía un rendimiento cada vez más bajo para Haley si perdía contra Trump en dicho estado por dos dígitos y que pagaría el costo por retrasar los esfuerzos del partido en cuanto a las elecciones presidenciales.
“Pienso que, a este punto, hace falta mucha introspección, sin duda”, dijo McKissick. “Llegas a un punto en el que has ido demasiado lejos y, políticamente, comienzas a hacerte más daño que bien”.
Carol Cooper, electora de Carolina del Sur, aseguró que era fan de Haley cuando fue gobernadora, pero que su campaña negativa en contra de Trump la ha decepcionado.
“Antes la apoyaba, pero ya no porque atacó al presidente Donald Trump”, afirmó Cooper. “No me gusta el hecho de que ella como que apuñaló por la espalda a Trump”.
Mientras la lucha se alarga, Haley se enfrenta cada vez más a teorías desagradables como que está recibiendo el apoyo principalmente de demócratas que se saltan las primarias de sus estados.
Esta semana se enfrentó a cuestionamientos de si se sumaría a una supuesta candidatura por la unidad con el aspirante del Partido Demócrata Dean Phillips, algo que rechazaría, según dijo el viernes a la cadena Fox News. En una entrevista el sábado con el programa Meet the Press, el gobernador de California, Gavin Newsom, la elogió como una fuerte sustituta del Partido Demócrata.
“No sé por qué los demócratas la querrían fuera de la contienda”, dijo Newsom. “Es una de nuestras mejores sustitutas. Está definiendo la oposición a Trump de forma creíble y efectiva”.
Rob Godfrey, estratega republicano y antiguo director adjunto de gabinete de Haley cuando era gobernadora de Carolina del Sur, consideró que cuanto más se prolongue la contienda, menos tiempo tendrán los republicanos para centrar su atención en las elecciones generales. Permanecer, dijo, “no viene sin el riesgo de perjudicar potencialmente su propia marca política entre las personas que podría querer atraer en caso de que desee postularse en el futuro”.
Al mismo tiempo, añadió, podría caer en el olvido para 2028.
“Electores, activistas y donantes, por no hablar de los periodistas, tienen una capacidad de atención y una memoria más corta que nunca”, señaló. “Incluso si hay cierto riesgo en alienar a uno o a todos esos grupos prolongando la contienda, el impacto a largo plazo sería probablemente poco o ninguno”.
El sábado por la noche, tras conocerse los resultados de Carolina del Sur, Haley habló de sus perspectivas políticas más allá de la contienda de 2024.
“Esto nunca ha sido sobre mí o mi futuro político”, afirmó Haley. “Necesitamos derrotar a Joe Biden en noviembre y no creo que Donald Trump pueda. Casi cada día, Trump aleja a la gente”.
Haley dijo que estaba clara de los resultados del sábado en los que Trump iba a la cabeza con casi 60% en comparación con 40% de ella. “Soy contadora: sé que 40% no es 50%, pero también sé que 40% no es un grupo diminuto”, dijo Haley.
El pasado jueves la candidata señaló que lo hacía por el futuro del Partido Republicano.
“No estoy haciendo esto por mí. Primero dijeron que quería ser vicepresidenta. Creo que he demostrado que no es lo que estoy buscando”, indicó. “Después hablaron sobre mi futuro político. No me importa un futuro político, si fuese así ya estaría fuera”
Michael Santos, un elector demócrata, contó que votó por Haley y que apreciaba su tenacidad para quedarse en la contienda pese a las probabilidades.
“Está enfureciendo a Donald Trump”, aseguró. “Así que eso es lo más divertido”.
Con información de BBC y Telemundo