El productor de eventos Félix Colmenárez explicó a El Carabobeño que la actividad del entretenimiento es muy pechada y hace que el negocio sea muy complejo.
Los impuestos municipales dependen de las alcaldías. En Valencia, por ejemplo, los tienen establecidos en 3 % en el caso de conciertos nacionales y 5 % para los internacionales.
En Naguanagua acaban de hacer una reforma para fijarlos en 5 %, indiferentemente de si se trate de un artista local o extranjero.
«Hay otras alcaldías que los tienen hasta en 15 %, la media nacional es de 8 %».
Pero además de ese pago que deben hacer a las alcaldías, se suman otros como el 16 % del Impuesto al Valor Agregado (IVA),7,5 % de la Sociedad de Autores y Compositores, 2,5% de la Asociación Venezolana de Interpretes y Productores de Fonogramas (Avinpro) , «y hay uno nuevo que tratan de implementar desde la Asociación Nacional de Teatros de 5 %… Si sumamos todo eso se nos puede ir de 35 % a 40 %… parece absurdo, pero se nos puede ir hasta el 50 % de lo que cuesta un ticket en eso».
Lo que resta no representa la ganancia de estas empresas porque se debe pagar lo correspondiente al artista, producción técnica, logística, transporte, hospedaje.
«Y a veces la gente se pregunta por qué las entradas para los conciertos son tan costosas, y ese es uno de los motivos, la cantidad de impuestos que hay que pagar, es impuesto sobre impuesto… En otros países se genera la actividad comercial y se paga la utilidad del impuesto del evento, pero aquí en Venezuela es muy impositivo ese régimen… Porque esta es una torta donde todos quieren un pedacito y nadie pone para los ingredientes».
El Carabobeño