Pantalones en 40 euros, cosméticos a partir de 10 euros y una promoción de dos camisetas por 20 ofrece una tienda de un país que no es europeo ni ha adoptado formalmente la divisa. Son los precios de un establecimiento en un centro comercial de Caracas, la capital de la Venezuela multimoneda.
«Es una locura. Ya ni siquiera es el dólar, sino que ahora es el euro. Nosotros no estamos en Europa», dijo a EFE Yusbe Reyes, una médica de 27 años que estaba en la tienda, en donde ropa, perfumes, cremas y maquillajes están marcados con un número que tiene escrito al lado «REF», la abreviatura de ‘referencia’, que quiere decir €, y por tanto, si se paga en bolívares, será a la tasa oficial de la divisa europea.
Si bien el dólar sigue siendo la moneda extranjera más usada en el país -luego de que la adoptara de manera no oficial durante la crisis hiperinflacionaria entre 2017 y 2021-, el euro reemplaza a la divisa estadounidense en ese y otros comercios en el último trimestre -una medida a la que se suman más establecimientos cada día-, cuando se han registrado desequilibrios en el mercado cambiario.
Ahora, los vendedores de diversos sectores calculan, con base en la tasa del euro difundida por el Banco Central de Venezuela (BCV), los pagos que reciben en bolívares, la moneda local.
Incluso, en un restaurante de Caracas, los precios de la carta están reflejados en euros, así como en la factura con el código internacional ‘EUR’, y los pagos en bolívares se calculan a la tasa oficial de esta moneda.
Incoherencia
En este restaurante, como en muchos otros establecimientos, el cliente puede pagar con euros en efectivo, pero estos son recibidos con el mismo valor que el dólar, pese a que las cotizaciones de ambas monedas tienen una diferencia de 2,69 bolívares en el mercado oficial.
Pero si el consumidor va a pagar en bolívares, el monto se calcula a la «tasa de BCV pero a la del euro», según explicó a EFE la vendedora de una de estas tiendas.
Catherine García, una mujer de 36 años que estaba en el centro comercial en pleno Viernes Negro, no encuentra la coherencia en esta manera de cobrar a los clientes.
Mientras esperaba en una cola para entrar en una tienda, dijo a EFE que, recientemente, la trabajadora de otro comercio le había indicado que el precio de un aparato eléctrico era «24 dólares», pero cuando iba a pagar, en bolívares, el monto era superior al que ella misma había calculado.
Le estaban cobrando con base en el euro, por lo que García, una ejecutiva de ventas, decidió no comprarlo, no sin antes, según contó, decir a la comerciante: «Si lo vas a cobrar a la tasa del euro oficial, di (que) son 24 euros».
Multas
La moneda europea, al ser la de «mayor valor fijado» por el BCV, también es usada para el cálculo de multas, como en el municipio Libertador, en Caracas, donde los «actos que obstaculicen el libre tránsito vehicular y peatonal» y otras infracciones se penalizan con base en su cotización oficial, según lo establecido en una ordenanza de la Alcaldía.
También se usa con ese objetivo en el municipio Chacao, en el estado Miranda, donde un motorizado -que pidió no ser identificado- fue multado el pasado mes con «40 €» por estacionarse sobre la acera, de acuerdo a lo señalado en la boleta de infracción de la Policía municipal que mostró a EFE.
«Yo vivo en Venezuela y no cobro en euros», expresó el hombre.
Con información de Banca y Negocios y EFE