Un preso estadounidense será ejecutado en Alabama, con gas nitrógeno, un método cuestionado por la organización que aboga por el fin de la pena capital en el mundo.
Smith fue condenado en 1989 por el asesinato de Elizabeth Sennett, la esposa de un predicador, quien fue apuñalada y golpeada hasta la muerte en un homicidio a sueldo por US$1000.
Es el primer hombre en Estados Unidos en ser sometido a gas nitrógeno.
El gas nitrógeno es un método que se utiliza “para matar cerdos” y que provoca un gran sufrimiento al reo, denunció este martes 23 en Roma Mario Marazziti, cofundador de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte.
Smith, de 58 años, es el segundo preso estadounidense que ha salido vivo de la cámara de ejecuciones, ya que el verdugo estuvo más de 4 horas intentando encontrar la vena correcta para administrar la inyección letal, sin éxito.
La primera vez que Kenneth Eugene Smith iba a morir, los verdugos de un centro penitenciario en Alabama pasaron varias horas en el intento de ejecución.
Ataron al condenado a una camilla en la llamada “cámara de la muerte” del correccional de Holman e intentaron inyectarle una mezcla letal de sustancias químicas. Pero fracasaron.
Incapaces de abrir una vena, le dejaron numerosas incisiones, según los abogados de Smith. Cesaron en el intento cuando el reloj marcaba la medianoche y la orden de ejecución del estado expiraba. Eso fue en noviembre de 2022. Ahora, el gobierno de Alabama intentará ejecutarlo de nuevo.
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos advirtió la semana pasada que este método, podría constituir tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, además de que nunca antes se había utilizado y pidió que se suspendiera.
Los abogados de Smith interpusieron una demanda alegando que, además, su defendido iba a ser utilizado como conejillo de indias para probar por primera vez esta forma de ejecución, autorizada en 2018.
Expertos médicos y activistas han advertido del riesgo de que sea un desastre, de que Smith pueda tener convulsiones violentas hasta quedar en estado vegetativo. E incluso advierten de la posibilidad de que el gas se escape de la máscara y mate a otras personas presentes en la sala.
Pese a las continuas disputas legales, las autoridades del estado de Alabama trabajan desde hace años en un protocolo para llevar a cabo las ejecuciones con este nuevo método, que, según indicaron en un comunicado, es que este es “el que menos sufrimiento produce”.
Actualmente, solo tres de los 27 estados que mantienen la pena de muerte, Oklahoma, Mississipi y Alabama admiten el uso del gas nitrógeno para las ejecuciones.
A pocas horas para la ejecución de Kenneth Smith, Marazziti confía en que la “presión mundial” sobre la gobernadora de Alabama, la republicana Kay Ivey, permita evitar la muerte del reo, algo que ella puede decidir hasta “el último momento” antes de que se produzca.
“El silencio sobre esta ejecución es ineficaz, porque es inhumano”, añadió el cofundador de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, que sostuvo que están librando “una batalla entre la cultura de la vida y la muerte”.
Aún no se ha dictado una sentencia definitiva de apelación después de que un tribunal federal rechazara la petición de sus abogados de una medida cautelar. Está previsto que Smith sea ejecutado este jueves.
Con información de Semana