Un grupo de sujetos atacó a pedradas a la Escuela Básica Miguel de Cervantes, ubicado en Santiago de Chile, en lo que supone un acto de xenofobia contra los estudiantes migrantes que forman parte del plantel.
Según la reseña de Crónicas de Chile, durante el suceso escenificado al frente del plantel, ubicado en Agustinas, Santiago Centro, los atacantes protagonizaron el gravísimo episodio de violencia.
En medio de esta ofensiva contra el «Cervantes», la comunidad escolar migrante de la escuela es blanco de amenazas a través de redes sociales, «por parte de grupos nazis y extremistas nacionalistas que insisten en responsabilizar a los extranjeros de lo ocurrido en su interior con un niño de 10 años con condición TEA», añade Crónicas.
El hecho se registró esta tarde, cuando dos sujetos comenzaron a lanzar las piedras contra la fachada de la institución, mientras otro tocaba una corneta y hasta reía.
«Un grupo de tres hombres que gritaba consignas nacionalistas y proferían insultos (uno de ellos grababa y se reía) acudió al liceo y le cayó a pedradas a la fachada sin importar la presencia de niñas, niños y adolescentes en el lugar», precisó el medio de comunicación.
«Piden que estemos tranquilos. ¿Cómo estar tranquilos con todo esto? Nuestros hijos son quienes corren peligro”, escribió en un grupo de WhatsApp una madre, preocupada por cómo ha venido escalando la narrativa del odio y la violencia, tras la publicación del pasado 4 de diciembre en @biobiochile, en la que se involucró falsamente en el accidente del pequeño lesionado en octubre a dos niños venezolanos, refirió Crónicas.
Padres y representantes expresan su inquietud ante este ataque xenofóbico, y a ellos les preocupa que el presidente chileno Gabriel Boric no asuma una posición frontal en contra de la violencia en cada una de sus formas.
Sugieren que el colegio cuente con vigilancia y patrullaje permanente, para evitar que niños y adolescentes, estudiantes de la institución, sufran graves consecuencias, pues corren mucho riesgo.
El periodista Raúl Semprún asevera que se trata de «un ataque directamente contra los venezolanos, en el caso del colegio, que por cierto fue BíoBío Chile el que mintió, nunca pasó nada con niños venezolanos».
A Semprún le preocupa que «cada vez crecen más los mensajes de odio» en Santiago, al tiempo que anunció estar en disposición de acudir a la Fiscalía para hacer la denuncia respectiva.
Con información de Versión Final