El Gobierno de Chile emitió un comunicado oficial en el que expresa su «profunda preocupación» ante el despliegue de operaciones militares de gran escala que se están llevando a cabo en la zona del Caribe.
La postura chilena rechaza categóricamente toda acción armada que, a su juicio, pueda poner en riesgo la estabilidad y la paz duradera en la región de América Latina y el Caribe.
En este sentido, el gobierno reafirma su apego al respeto a la soberanía y la integridad territorial de los Estados, a la solución pacífica de las controversias y, de manera crucial, a la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza.
Chile enfatizó que estos, junto con el respeto a los derechos humanos, son principios esenciales para la convivencia civilizada entre las naciones.
El comunicado también abordó la necesidad de enfrentar el crimen organizado transnacional, un problema que afecta a todo el hemisferio.
Chile hizo hincapié en que esta amenaza debe ser abordada de manera coordinada, y llamó a fortalecer la cooperación y la acción conjunta en los distintos espacios multilaterales existentes.
Al concluir, Santiago reiteró su convicción histórica de que América Latina y el Caribe deben mantenerse de manera permanente como una zona de paz.
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