En un momento en que muchos países desarrollados reaccionan en contra de la inmigración, Canadá está experimentando un amplio respaldo a la hora de abrir sus puertas a nuevos residentes desde el exterior.
A pesar de números sin precedente de inmigrantes admitidos en Canadá en los últimos dos años, los tres principales partidos políticos respaldan la política y sus desacuerdos son apenas para denunciar los obstáculos burocráticos que frenan la inmigración.
Del mismo modo, las quejas que aparecen en los medios de prensa se centran principalmente en lo duro que es emigrar.
El ministro de Inmigración, Sean Fraser, se ufanó en una conferencia de prensa el mes pasado de que Canadá “está en camino de exceder su meta migratoria de otorgar residencia permanente a más de 430.000 personas en 2022”. La cifra superará ampliamente los 401.000 inmigrantes de 2021, más que en cualquier año anterior.
En comparación, Estados Unidos, con una población nueve veces mayor que la de Canadá, admitió solamente a 245.000 inmigrantes en 2021, frente a los 477.000 de 2020. En los años anteriores a la Administración Trump, la inmigración en EEUU rondaba el millón de personas anuales.
En Alemania y Reino Unido, que han experimentado flujos de inmigración más comparables con Canadá en los últimos años, el ritmo de nuevos llegados en cada nación ha desatado un rechazo popular, lo que ha dado lugar al repunte de influyentes partidos antiinmigrantes en Alemania y contribuyó al voto por el Brexit en el Reino Unido.
Pero en Canadá, la oposición a la inmigración parece estar disminuyendo a pesar de los números de inmigrantes en ascenso. De acuerdo con una encuesta, el porcentaje de canadienses que piensan que los niveles de inmigración son demasiado altos se ha reducido desde 2018 de 49 % a 39 %.
Los tres principales partidos políticos respaldan firmemente la inmigración, atentos sin dudas al gran número de electores que son inmigrantes también.
Entre un 21,5 % de los 33 millones de residentes en Canadá son inmigrantes de primera generación y otro 17,4 % de segunda generación.
El Partido Liberal gobernante del primer ministro Justin Trudeau, con un sólido apoyo del socialdemócrata Nuevo Partido Democrático, ha puesto a la inmigración como elemento clave de su programa económico, con una idea de abordar la débil demanda laboral después de la pandemia.
El Partido Conservador Progresista de oposición, que se opone a otras políticas de Trudeau, también es pro inmigración y cree que Canadá se beneficia de un sistema de inmigración eficiente y efectivo.
VOA