El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, aseguró este sábado que no reconocerán la «legitimidad» de Nicolás Maduro debido a que «siguen sin conocer» los resultados de los comicios presidenciales, donde, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), el mandatario venezolano resultó reelecto.
«(Nicolás) Maduro no será un presidente legítimamente electo y, por lo tanto, no reconoceremos su legitimidad. Será un presidente de facto, como ya lo es ahora, porque controla el poder a través del Ejército, la política, controla el territorio y reprime a la disidencia», expresó Borrell en entrevista concedida a France 24.
Destacó que, a dos meses de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 28 de julio, la comunidad internacional sigue «sin conocer» los resultados detallados, por lo que señaló que seguirán exigiendo «una prueba» que evidencie la victoria del jefe de Estado.
«De aquí a lo que se llama la ceremonia de investidura queda un tiempo, lo que hay que seguir es trabajando y apoyando a la oposición, exigiendo, todavía sin esperanzas ya de que lo consigamos, una prueba que garantice un resultado electoral», agregó.
En este sentido, indicó que, de acuerdo a los datos que manejan, «Maduro no ganó» los comicios presidenciales. «Por lo tanto, no será un presidente legítimamente elegido ni internacionalmente reconocido«, sentenció.
La declaración de Borrell se produce días después de que 30 países y la Unión Europea solicitaran a los líderes políticos de Venezuela iniciar un «debate constructivo e inclusivo» que permita una «transición» con garantías tanto para el Gobierno de Nicolás Maduro como para la oposición.
En la declaración los gobiernos de Argentina, Australia, Austria, Bosnia y Herzegovina, Canadá, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, República Dominicana, Estonia, Alemania, Guatemala, Guyana, Hungría, Irlanda, Italia, Kosovo, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Panamá, Perú, Portugal, Eslovenia, España, Suecia, Ucrania, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea, pidieron resolver el impasse político en el país y restablecer las instituciones democráticas de manera pacífica.
Asimismo, aseguraron que la voluntad del pueblo expresada en las urnas el 28 de julio «debe ser respetada», razón por la cual condenaron que los reclamos de «transparencia electoral» de los venezolanos y comunidad internacional no tengan respuesta por parte del CNE.
“Los observadores electorales internacionales han documentado sus serias preocupaciones sobre la transparencia e integridad del proceso electoral, en particular la negativa de la Comisión Electoral Nacional a publicar resultados detallados e independientemente verificables de los centros de votación, como se exige”, expresaron.
Con información de El Cooperante