En el mundo de la aviación, las historias de supervivencia suelen estar marcadas por el azar y circunstancias excepcionales. Sin embargo, recientemente ha llamado la atención un hecho inusual: en dos accidentes aéreos ocurridos con 27 años de diferencia, el único sobreviviente ocupaba el asiento 11A. Esta coincidencia ha generado debate y curiosidad entre expertos y público en general.
En 1998, Ruangsak James Loychusak fue el único sobreviviente del accidente del vuelo 261 de Thai Airways en Tailandia. Loychusak viajaba en el asiento 11A cuando la aeronave se precipitó a tierra, causando la muerte de 101 personas más. Su caso fue ampliamente cubierto por los medios internacionales en ese momento.
Veintisiete años después, en 2025, la historia se repitió de manera asombrosa. Vishwash Kumar Ramesh, pasajero del vuelo AI171 de Air India, también sobrevivió como único ocupante con vida tras un accidente fatal en Ahmedabad, India. Ramesh, según Infobae, también estaba sentado en el asiento 11A, mientras que las otras 241 personas a bordo fallecieron.
Coincidencia extraordinaria en la historia de la aviación
Ambos casos han sido documentados por medios internacionales, que destacan la rareza de la coincidencia. Esta situación ha llevado a que algunos se pregunten si el asiento 11A tiene algún tipo de ventaja o protección especial en caso de accidente. Sin embargo, los especialistas en seguridad aérea descartan esta idea.
De acuerdo con expertos citados por Infobae, “no existe evidencia científica de que el asiento 11A sea más seguro que otros”. La supervivencia en accidentes de avión depende de múltiples factores, como la proximidad a las salidas de emergencia, la naturaleza del impacto y, sobre todo, el azar.
No hay asiento milagroso, insisten los expertos
Los estudios realizados por organismos internacionales de aviación señalan que no hay un “asiento milagroso” que garantice la supervivencia. Según CNN, la ubicación en el avión y la rapidez de reacción pueden influir, pero la coincidencia del 11A es, hasta ahora, solo eso: una coincidencia extraordinaria.
Así, la historia de los dos sobrevivientes en el asiento 11A sigue siendo un caso curioso y único en la aviación mundial, sin que exista una explicación lógica más allá del azar y las circunstancias particulares de cada accidente.
Con información de El Nacional