El gobierno de Perú alcanzó este miércoles un acuerdo para que pobladores levanten las protestas que por seis días afectaron el turismo en Machu Picchu, en rechazo a la privatización de la venta de entradas a la emblemática ciudadela inca.
El Ejecutivo se comprometió a finalizar el contrato con la empresa que se encargaría de dicha venta.
Las partes anunciaron la reanudación de la actividad comercial y el fin de los bloqueos en la vía férrea que conduce al complejo arqueológico.
El servicio de trenes reactivó en la tarde sus operaciones después de cinco días de suspensión por los cierres que, según estimaciones, habrían dejado pérdidas diarias para la región por más de 250.000 dólares.
“Tenemos la buena noticia que se levanta el paro”, celebró la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, a la radio RPP. “Las actividades culturales, turísticas y comerciales se retoman en Machu Picchu Pueblo. Gracias al diálogo sostenido entre el Gobierno y las autoridades locales del Cusco, se llegaron a acuerdos en defensa de nuestro patrimonio y la reactivación económica”, anunció el ministerio en X.
1.200 turistas afectados
Funcionarios y líderes de la protesta suscribieron el entendimiento tras una reunión en el distrito de Machu Picchu Pueblo.
“Hemos tomado la decisión de que se levanta el paro indefinido. Estamos de acuerdo con el acta firmada por el gobierno. Ya se están normalizando las actividades turísticas”, dijo Darwin Baca, portavoz de los pobladores en huelga.
El principal punto del documento prevé “la anulación adelantada” del contrato con la empresa peruana Joinnus para vender por internet las entradas a Machu Picchu y la red de caminos incas.
Joinnus comenzó la comercialización el 20 de enero en una operación que, en principio, debía extenderse hasta agosto. El pacto señala que “se garantiza la continuidad del servicio de venta digital en tanto se desarrolle el proceso de transición” hacia una nueva plataforma gubernamental.
A raíz de la protesta, alrededor de 1.200 turistas nacionales y extranjeros tuvieron que ser evacuados con escolta policial el fin de semana, varios de los cuales no pudieron ingresar a la ciudadela prehispánica.
Con información de DW